Pese al malestar interno en la casa, el Rey y el Gobierno deciden mantener a Saiz como jefe de los espías españoles

La noticia la ofrece este viernes en exclusiva El País por medio de su especialista en estos temas, el excepcionalmente informado en la materia Miguel González. Él fue el primero que sacó el asunto de los dossieres que circulaban en contra del director del Centro Nacional de Inteligencia, antes de que lo diera a bombo y platillo esta semana El Mundo y en paralelo con lo que nosotros publicábamos sobre sus problemas para la continuidad.

La normativa sobre el cargo del director, ya se lo hemos comentado, se hizo en tiempos de Javier Calderón cuando el general era director del entonces CESID. Y tenía la intención, nos dicen quienes la hicieron, de que no fuera renovable el mandato. Pero es cierto que en ningún artículo se dice explícitamente que no se pueda prorrogar, sino que la Ley del Centro (CNI) especifica simplemente que se cesa al director a los 5 años.

Todo esto abona el desconcierto que se ha podido detectar en la casa ante la continuidad de Saiz, quien ha sufrido ataques internos que derivó en unas filtraciones a la prensa sobre supuestos gastos del erario público para uso personal.

Saiz, reunido de inmediato a la publicación de estas noticias con Carme Chacón, ha podido demostrar ante la ministra de Defensa, con la que estuvo hablando el miércoles, que no ha habido irregularidades como las que le achacan las filtraciones periodísticas. Se dijo que se fue a cazar y pescar a destinos como África con fondos del CNI.

En realidad el malestar, más que con Saiz, es también repartida con su jefa de gabinete, Mercedes Pérez, como les contábamos en recientes fechas. El caso es que el Gobierno, tras las consultas de Zapatero con sus miembros más destacados e incluso en concierto con el Rey don Juan Carlos, ha decidido prorrogar su mandato.