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La presidenta argentina, Cristina Kirchner, reivindicó este lunes la transformación del país desde 2003, en un acto por la conformación del primer gobierno patrio e iniciarse el Año del Bicentenario, que culminará el 25 de Mayo de 2010.
"Hoy, hace exactamente seis años comenzamos un proceso de transformación en nuestro país para convertir en realidades esos sueños", dijo la mandataria, quien considera que su mandato es una continuidad del de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, iniciado el 25 de mayo de 2003.
La presidenta insistió en que el modelo estatista e industrialista puesto en marcha en 2003 "es el modelo que los argentinos hemos encontrado para poder realizar los sueños".
En un acto organizado al aire libre en Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones (1.100 km al nordeste), en una zona limítrofe con Brasil y Paraguay, destacó el rol del Estado para que Argentina pueda hacer frente a la crisis global.
"Aquí estamos, parados, haciéndole frente al vendaval. Con dificultades, pero manteniendo el nivel de actividad y de ocupación. Porque ese es el rol que debe tener el Estado", ponderó la mandataria.
Según los últimos índices oficiales, la tasa de desempleo fue de 8,4% en el primer trimestre, similar a igual lapso de 2008, en tanto la actividad creció 2,3% en el mismo período.
"Quiero convocar a todos y todas a una nueva gesta que es la misma que soñaron otros. Hoy hemos encontrado el camino, debemos seguir y profundizarlo", dijo Kirchner, en presencia de gran parte de su gabinete, a poco más de cruciales elecciones legislativas de mitad de mandato.
La mandataria destacó también la voluntad del país de contribuir al fortalecimiento de la región.
"Quiero que este Bicentenario nos encuentre de una manera diferente, sintiéndonos parte de esta Argentina grande, de esta América del sur, de esta América grande, para poder potenciar nuestras potencialidades", dijo.
Antes del acto, la presidenta participó del tradicional Tedéum por la fiesta nacional en Misiones, lejos de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
El ex presidente Kirchner (2003/7) fue quien dio por tierra con la tradición de los gobernantes de quedarse en la capital argentina para el tedéum, que solía transformarse en una tribuna política donde la mayoritaria Iglesia Católica respaldaba o criticaba al gobierno de turno.
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