El jefe del Ejecutivo catalán aseguró, en declaraciones a 'Catalunya Radio', que su relación con Zapatero "ha cambiado" desde que asumió la presidencia de la Generalitat, para convertirse en "una relación compleja" con "momentos de tensión inevitables e incluso de confrontación", pese a ser de la misma familia política.
Montilla aseguró que este problema "trasciende las voluntades personales y no es cuestión de talante", sino que responde a que cada uno debe defender los intereses de los ciudadanos a los que representa. Aun así, consideró que es "demasiado pronto" para evaluar si Zapatero está "fallando" a Cataluña.
Insistió en atribuir la animadversión hacia Cataluña desde algunos sectores del Estado a la campaña del PP contra el Estatut. Respecto al PSOE, Montilla señaló que "afortunadamente" la "sensibilidad" que representa el ex ministro José Bono "no es mayoritaria en el socialismo español".
El presidente catalán no quiso hacer pronósticos sobre si la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, estará de nuevo en gabinete de Zapatero si éste gana las elecciones, alegando que esa decisión es potestad del presidente del Gobierno, y se limitó a señalar que "no siempre es fácil" un cambio de gobierno a tan poco tiempo de unas elecciones.
Montilla consideró que el "error" de Álvarez es de "planificación", al haber puesto una fecha a la llegada del AVE e incluso publicitarla en vallas cuando era "absolutamente innecesario" y suponía además "un riesgo" de equivocación.
Soberanismo
Montilla interpretó el aumento de las expresiones soberanistas y las consignas que en este sentido se lanzaron en la manifestación del 1 de diciembre contra la situación en infraestructuras como reacción a "una actitud de rechazo" hacia Catalunya en el resto del Estado "cultivada" por el PP en su "batalla" contra el Estatut.
El presidente catalán abogó por combatir la desafección de la sociedad catalana hacia el Estado con "más pedagogía" hacia el Estado, en contra de lo que defienden otras formaciones.
"Hay que hacer pedagogía, porque no toda la razón la tenemos nosotros ni toda la culpa la tienen los demás. Hay que entenderse con los vecinos y sí que hay que hacer pedagogía, pese a la ola de anticatalanismo y de catalanofobia, y espero que haya condiciones para retomar el diálogo desde la firmeza y la defensa de nuestros intereses", afirmó.
"Yo no tengo interés en que fuera de Catalunya haya animadversión contra Cataluña. Por eso persistiremos en hacer pedagogía y poner de relieve los sectores de la España más carca que usan a Catalunya para ganar votos y hacen que los ciudadanos del resto del Estado tengan visión sesgada de Cataluña", añadió.