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Su imagen junto a Chávez y Zapatero

Evo Morales en el Museo de Cera de México

Evo Morales en el Museo de Cera de México

El presidente Evo Morales aparece sentado en una silla y a sus espaldas están, como escoltándolo, sus homólogos de Venezuela, Hugo Chávez, y de España, José L. Rodríguez Zapatero. Es lo primero que ven los visitantes del Museo de Cera de México, un bello edificio de 18 salas que alojan a no menos de 300 esculturas al tamaño natural de personalidades mundiales.

     "Decidimos construir la figura de don Evo dada su actualidad política y su trascendencia en la opinión pública", dijo el Ing. Mario Rabner, director general de esa casa de arte e historia  del Distrito Federal, visitada diariamente por centenares de personas.

    "Tenemos un comité de opinantes que califica las virtudes personales o motivos de atracción pública de un personaje real o de ficción para merecer una estatua en este Museo", explicó el atento anfitrión.

     No deja de llamar la atención el hecho de que en el primer salón de la novedosa casa de exposición estén precisamente los tres personajes que protagonizaron, en Santiago de Chile, el episodio político que epilogó el rey Juan Carlos con su muy borbónico "?por qué no te callas?", Rabner eludió la bronca al afirmar que "en este Museo no hacemos política".

     Ahí está el Presidente boliviano con su sonrisa en todo lo ancho de la sinceridad, su peinado con raya al medio y su saco oscuro con dibujos alusivos a la cultura indígena. Los visitantes del lunes por la mañana, estudiantes de una secundaria, topaban con la figura exclamando espontáneamente: "?Evo, mira a Evo!".

      El Museo de Cera se ubica en la tradicional Zona Rosa del DF y es una mansión estilo art noveau de comienzos del siglo pasado, donde están las salas de exhibición de personajes de historia e historieta, y los talleres en que unos 20 artistas trabajan las esculturas en cera de abeja, técnica inventada hace dos siglos por un alemán Curtis y la francesa Marie Tussaud.

      Los artistas mexicanos, literales orfebres, explican que se dotan de fotos e imágenes del personaje y moldean la figura completa con barro; a la cabeza se le hace un molde de yeso y luego se vacía la cera fundida en todos los moldes. El cuerpo es de fibra de vidrio, dientes y ojos se hacen de materiales específicos y los pelos, que son naturales, se colocan uno por uno.

     Las esculturas son impactantes por su realismo y perfección. Entre unas 80 figuras de mexicanos destacan Pedro Infante, Benito Juárez, Cantinflas, Emiliano Zapata, el padre Hidalgo, Pancho Villa y el Subcomandante Marcos.  En otras salas aparecen el Papa Juan Pablo II, Picasso, Dalí, John Lennon, Frida Kalho, Fidel Castro, Gorbachov, Bush, Clinton, De Gaulle, Pelé y otras doscientas remembranzas en cera.

      Tiene también el Museo una sección con figuras del terror clásico colocadas en ambientes de suspenso y sorpresa: Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo y otros.

     Algunas esculturas tienen animación propia, como el del tenor Plácido Domingo que, de improviso, canta "en vivo" el "Granada" de Agustín Lara, que también está allí junto a la diva María Félix.

    Evo es el único boliviano presente en exposición tan valiosa.

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