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A la reunión acudirán 22 jefes de Estado, que llegarán antes del jueves

En la práctica, ya se inició la Cumbre de Santiago

En la práctica, ya se inició la Cumbre de Santiago

Con el inicio, el lunes pasado, de la tercera reunión de de coordinadores nacionales y responsables de cooperación, se inició en los hechos y en forma oficial la VII Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile. Los representantes de todos los gobiernos representados tienen la tarea de poner el punto final a la Declaración de Santiago, que el viernes firmarán los jefes de Estado y de Gobierno.

Chile vive el clima previo a la reunión internacional, aunque el tema sólo preocupa e inquieta a los periodistas y a los funcionarios internacionales. El resto, es decir el ciudadano “de a pie”, no se preocupa para nada. Y naturalmente, habrá problemas que terminarán afectando a todos, por ejemplo en el tránsito vehicular.

Pero se espera que tras esta reunión cumbre los beneficios para la mayoría sean visibles. Es la forma que tienen los dignatarios de eludir las críticas por el boato, el gasto innecesario, los hoteles de lujo y los excesos que siempre se registran en estas reuniones.

Lo más importante será el acuerdo de todos los gobernantes por impulsar el desarrollo de sistemas de protección social integrados, con cobertura universal. Se ha propuesto que estos sistemas sean financiados por los gobiernos para beneficiar a los pueblos de la región.

Otro punto tiene que ver con el desarrollo de estrategias de los países iberoamericanos para el acceso universal a medicamentos e insumos esenciales de calidad, al mismo tiempo que instrumentando una estrategia que facilite el intercambio de experiencias entre los distintos países en el área de la salud pública.

Las numerosas reuniones previas de ministros de todas las carteras que se efectuaron en Chile a lo largo del año generaron acuerdos que serán sometidos el jueves a los jefes de Estado, aunque todo ya estará discutido, masticado y decidido en la reunión que se efectúa en estos momentos entre los coordinadores nacionales.

Las cumbres sirven para numerosas reuniones bilaterales. La Presidenta Bachelet se prepara para conversar en privado, por ejemplo, con sus colegas de Argentina –el señor y la señora Kirchner- y también con sus pares de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Perú, Alan García y el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.

Chile firmará también en los días de la Cumbre un Tratado de Libre Comercio con Guatemala, el último que falta para completar la red de TLCs con los países centroamericanos. 

En otro orden de cosas, el Gobierno de Chile reiterará durante la reunión su molestia por las dificultades que España ha impuesto a los viajeros y turistas latinoamericanos. En lo que va del año, a unos 600 chilenos se les ha impedido entrar a España o directamente a Europa –Madrid es la puerta de ingreso a los países la Unión Europea-.

Ello ha provocado reclamos diversos, de los que no han estado ausentes los propios cancilleres, Alejandro Foxley y Miguel Ángel Moratinos.

El escenario de la Cumbre es el vasto y elegante Espacio Riesco, en la zona norte de Santiago. Se trata de una verdadera ciudad, edificada en los últimos años y desconocida aún por la mayoría de los santiaguinos.

La vigilancia policial, que garantiza seguridad a todos los visitantes, es abundante pero discreta. Santiago no aparenta realmente ser la sede de una reunión tan importante en los próximos días. Y todo está ya a punto de comenzar.

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