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El vocero presidencial habó del tema

Evalúan el cierre temporal de la Asamblea Constituyente

Evalúan el cierre temporal de la Asamblea Constituyente

En La Paz, tres diputados del mayor partido de la oposición de derecha, Poder Democrático y Social (Podemos), pidieron al vicepresidente Alvaro García Linera, como "presidente nato" del Congreso, que agilice el trámite de un proyecto de cierre temporal de la Constituyente porque el diálogo no llega y se temen enfrentamientos graves.

También un senador del MAS, Guido Guardia, ha pedido la clausura de la Asamblea y el portavoz de Morales, Alex Contreras, ha dicho que si la situación en Sucre sigue impidiendo las sesiones, solo habrá dos alternativas: cerrarla temporalmente o llevarla a otra ciudad.

En agosto la mayoría oficialista de la Asamblea sacó de su agenda el reclamo de Sucre de ser sede de todos los poderes del Estado y desde entonces ese foro está paralizado y esa ciudad sureña es eje de un conflicto que desbordó al gobierno.
En paralelo a Linera, el senador Guido Guardia, del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), anunció que remitirá otro proyecto para "eliminar" la Constituyente y conseguir que vuelva la paz al país.

Los diputados Willman Cardozo y Rodrigo Ibáñez, de la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos, oposición), explicaron que en las próximas horas pedirán que el Congreso acelere la consideración de la propuesta de Linera.
Columnistas de la prensa boliviana, analistas políticos y diplomáticos acreditados en La Paz han dicho que el fracaso de la Constituyente será el fracaso de Morales, ya que es uno de los ejes fundamentales de su agenda.

En trece meses de trabajo en Sucre, que se cumplieron hoy, la Asamblea no ha logrado aprobar ni un solo artículo de la eventual nueva Constitución. Sucre volvió a ser hoy escenario de violentos choques, esta vez entre universitarios y policías, con un saldo de un centenar de heridos y lesionados.

Los habitantes del departamento de Chuquisaca, cuya capital es Sucre, con apoyo de otras regiones opositoras, exigen que la Asamblea reconsidere debatir la propuesta de esa ciudad de volver a ser sede del Parlamento y el Gobierno, que están en La Paz desde una mini-guerra de 1899.

Han fracasado varios intentos de Morales de abrir un diálogo para resolver el conflicto y hoy, nuevamente, las autoridades de Chuquisaca rechazaron la propuesta del gobierno de reunirse mañana en la ciudad andina de Potosí.
El Comité Interinstitucional por la Capitalidad Plena de Sucre afirma que cualquier acercamiento se hará solo sobre las siguientes bases: que la Asamblea no delibere antes de solucionar el conflicto, que la Iglesia católica asista al diálogo y que la policía sea replegada.

Además, pide que Morales, que intenta aparentar el rol de simple mediador, asuma que es "parte activa" del problema y de búsqueda de la solución. La Conferencia Episcopal católica también exigió hoy a Morales "asumir su responsabilidad, no como 'mediador', sino como principal responsable y garante de las libertades ciudadanas y de la paz social para todos los bolivianos".

Los prelados alertan en un comunicado sobre de la "creciente escalada de confrontación y violencia", y piden que la situación no llegue a un punto de "descontrol".

Mientras, un documento suministrado a Efe por la Presidencia boliviana, supuestamente elaborado por un grupo radical minoritario del oriente del país, feudo de la oposición, traza un plan para "tumbar al indio" Morales.

En él se citan estrategias para la caída del gobierno, como "hacer fracasar la Asamblea" con el conflicto de Sucre, abrir otro frente entre las ciudades mineras de Oruro y Potosí, y retomar las movilizaciones por las autonomías regionales.
"Cuando la presión sea intolerable, el gobierno caerá por gravedad", anota el supuesto documento de la llamada "Nación Camba", como se conoce a los habitantes del departamento oriental de Santa Cruz, rivales de los "collas" del occidente andino y mayoritariamente indígena.

Entre tanto, para el próximo lunes se anunciaron manifestaciones en Sucre de asociaciones afines a Morales, para las que el gobierno dice que asistirán 100.000 personas, y huelgas de hambre generalizadas en seis de los nueve departamentos bolivianos, impulsadas por opositores que apoyan a esa ciudad.

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