Una pareja de médicos mantuvieron como su hija, por cerca de 15 años, a una gemela que ayudaron a traer al mundo sin, supuestamente, informar a su madre, que alumbró dos criaturas.
La historia digna de un guión de novela tiene impactados a los ecuatorianos pero también ha y trastornado la vida de las dos menores que crecieron separadas, con padres diferentes y sin sospechar que tenían una hermana gemela. Hace más de 14 años, el 24 de noviembre de 1.992, Eddy Petita Peñaherrera fue atendida de un parto por cesárea por los médicos y esposos Roberto Romo Caicedo e Isabel García, propietarios de la clínica “Romo” en la población “El Triunfo” de la provincia del Guayas (litoral ecuatoriano).
Según su versión, cuando despertó, a ella y su esposo, Augusto Freire, recibieron de manos de Romo, una niña fruto de su embarazo a la que llamaron Andrea Martha. Cuatro años después se fueron a vivir a “Milagro” a escasos 20 minutos de la Troncal. Una comida familiar de los Freire, en el restaurante “El Toro Asado”, cerca de su casa, llevó hace cuatro meses a encontrarse casualmente con la doctora García y su hija, una menor parecida “como gota de agua” a su hija. Las sospechas que despertó el encuentro derivaron en investigaciones y acciones judiciales.
Los Romo-García, acusados de plagio, se negaron a las pruebas de ADN y confirmaron que “su hija” era fruto de un embarazo gemelar de Eddy Peñaherrera. En enero de 1.993 la inscribieron legalmente como su hija a Mariaelisa Isabel Romo García, porque aseguran que la madre biológica “no quiso saber nada de ella porque nació enferma en estado sianótico y flácido”. Los Romo declararon ante la Fiscalía que “cuando la niña nació no había a quién entregarla, porque la madre era una adolescente y no tenía un hogar, la niña era resultado de una aventura y no había nadie a quien entregarla”.
Pero en La Troncal, una pequeña ciudad de 50 mil habitantes, todos conocen a los Freire, radicados en el lugar desde hace más de 60 años y los vecinos aseguran que los Freire mantenían una relación amistosa con los médicos Romo García. Por su parte Eddy Peñaherrera declaró que durante su embarazo acudió junto al padre de la niña, con quien se casó dos años más tarde, a los controles prenatales, pero el doctor Romo jamás les informó que tendría un alumbramiento doble. Una primera orden judicial permitió que los padres biológicos tuvieran a Mariaelisa los fines de semana, pero la niña no se acostumbró y regresó al hogar de sus padres de crianza.
Con el paso de los días, la menor se ha distanciado de sus progenitores por la defensa pública que ha desatado para evitar el juicio por "plagio" en contra de los esposos Romo. La situación ha degenerado en un enfrentamiento entre familias, pero lo más grave entre la menor, supuestamente plagiada, con sus padres biológicos, de quienes dice "no quiero saber nada".
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