Juan Carlos Manzanilla Sarango, de 36 años de edad, dedicó sus últimos años a defender los derechos de sus compatriotas en el exterior, particularmente en España y fundó al organización de migrantes Rumiñahui Geraldina Lazo, compañera de Manzanilla, en el trabajo en favor del migrante, dijo a la agencia EFE que el dirigente pereció en Quito, la tarde del sábado, en un accidente cuando el automóvil que conducía sufrió un desperfecto mecánico, aparentemente por fallos en los frenos.
”Se fue el padre de los migrantes, estamos destrozados, nos sentimos abandonados”, comentó Lazo. En el accidente resultó herida, de fractura de clavícula, la hija de Manzanilla, Gabriela, de 10 años de edad, indicó Lazo. Sus hermanos y cuñados que lo acompañaban en el vehículo no presentan heridas. “Su partida deja un ejemplo de lucha y respeto al ser humano, cuyo legado estará presente en cada levantamiento popular por la dignidad, la verdad, la justicia, la equidad y la vida” señaló en un comunicado uno de sus compañeros.