Kristiana Valcheva, Nasya Nenova, Valentina Siropulo, Valya Chervenyashka y Snezhana Dimitrova, y el doctor Ashraf Al Hazouz fueron llevados ante los tribunales de justicia libios en 1998 y desde entonces llevan defiendendo su inociencia alegando que el virus ya se encontraba en el centro antes de que ellos llegaran. Los acusados denunciaron las pésimas consiciones de higiene y salubridad en que se encontraba el centro lo cual habría propiciado la aparición del virus.
Durante todo este tiempo no han faltado voces como la del propio Luc Montaigner que se han alzado en defensa de la inocencia de los facultativos. El descubridor del virus del sida, tras visitar el hospital en el año 2003, sentenció que el virus ya residía en el hospital antes de la llegada de los presuntos culpables.
Los acusados recurrirán la sentencia del Supremo ante el Consejo Judicial Superior, último organismo judicial y última esperanza para los imputados, que tendrá que ratificar o revocar la sentencia a muerte. De conmutar la condena se podría incluso aplicar el convenio jurídico vigente entre Bulgaria y Libia que permitiría cumplir condena en el país balcánico.
Asimismo hemos podido conocer que la Fundación Gadafi, la cual dirige el hijo del presidente libio, pretende llegar a un acuerdo amistoso con la Unión Europea recompensando a las familaias de los afectados e intentando llegar a una solución positiva.
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