8 de noviembre de 2006, en un apartado monasterio de un monte vasco. En el encuentro, socialistas vascos, representados por
Rodolfo Ares y
Jesús Eguiguren, altos dirigentes; peneuvistas, con
Iñigo Urkullu y el propio
Imaz; y, por último, los batasunos. Por ellos estuvo
Armaldo Otegi y, a su lado, probablemente
Rufi Etxeberría o
Joseba Permach, ya que cambiaban habitualmente de segundo interlocutor en sus más de una veintena de encuentros políticos durante la primera fase del proceso de paz.
Habían llegado previamente a un acuerdo que debía presentarse sobre el 25 de octubre de ese 2006, pero se fue posponiendo entre unas cosas y otras. Al final, el 8 de noviembre, fecha que casi se da con seguridad y exactitud, Batasuna se presenta a este último (des)encuentro con un documento inadmisible: una propuesta para que en dos años, para 2008, se presentara a referéndum un nuevo texto estatutario que incluía la anexión de Navarra a los territorios vascos, aunque sin incluir en este caso los también deseados territorios vasco-franceses.
Fue en ese momento, ante el documento en cuestión, cuando no sólo los socialistas, sino también los representantes del PNV, se levantan de la mesa indignados ante lo que parecía una exigencia típica de ETA: Navarra sí o sí.
Fue entonces lo que Imaz describía
ayer miércoles ante los medios, que hablaba de unas exigencias ante las cuales los socialistas se levantaron. Que incluyera
la expresión de 'a punta de pistola' fue algo polémico pero que simbolizaba la exigencia inadmisible de los batasunos para continuar con el proceso político. Parecía llegar de ETA. Otra cosa es que ahora esa expresión sobre la pistola se lleve el protagonismo. Pero más allá del acierto o desacierto, la realidad es que fue una tensa reunión donde se comenzó a tejer el fracaso del proceso de paz.
Hay que tener en cuenta que fue unos 50 días después de ese encuentro del 8 de noviembre cuando llegó el atentado de la Terminal 4 de Barajas. Todo esto
ya lo contamos en su día, pero Imaz lo ha sacado a relucir bajo una peculiar versión narrativa.