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En Chipre y Malta pagarán con euros

Perspectivas de fracaso en la Cumbre de la Unión Europea

Perspectivas de fracaso en la Cumbre de la Unión Europea

La batalla por el reparto del poder amenaza con hacer naufragar la cumbre de líderes europeos que comienza este jueves para tratar de llegar a un acuerdo sobre el nuevo Tratado simplificado. La presidencia alemana, que quiere preservar lo máximo posible de la fallida Constitución Europea, ha ofrecido concesiones a los países más escépticos, como Reino Unido, Países Bajos y República Checa, pero todavía no ha dado ningún paso hacia Polonia, que amenaza con vetar cualquier compromiso si no se modifica el sistema de toma de decisiones por doble mayoría de Estado y población, que a su juicio le perjudica y beneficia desproporcionadamente a Berlín.
Berlín niega enérgicamente que la amenaza de veto de Varsovia sea la consecuencia de un enfrentamiento entre los dos países y subraya que 25 Estados miembros respaldan el sistema de doble mayoría basado en un 55% de los Estados miembros que incluya al menos a 15 de ellos y que reúna como mínimo el 65% de la población, y sólo dos delegaciones lo rechazan (además de Polonia, República Checa). Sin embargo, otras fuentes presentes en la negociación consideran que se trata de un "tema de psiquiátrico" entre Alemania, el país que más ganará con el nuevo Tratado, y Polonia, el que más pierde.

Varsovia ha propuesto como alternativa que el reparto de poder se calcule de acuerdo con la raíz cuadrada de la población, un sistema que aumentaría el poder de veto de Polonia pero reduciría sustancialmente el de Alemania. En las últimas horas, los gemelos Kaczynski han mostrado algunos síntomas de apertura aunque mantienen la amenaza de vetar cualquier compromiso que no tenga en cuenta sus intereses.

La Comisión Europea, por su parte, ha advertido del riesgo de tirar por la borda los logros alcanzados por la UE durante sus 50 años de existencia si no se cierra un acuerdo sobre el Tratado para hacer más eficaz el funcionamiento de los órganos comunitarios, alertó de los peligros de una 'Europa a la carta' y arremetió contra quienes trazan sus "líneas rojas" y amenazan con el veto. "Si tenemos éxito, todos ganaremos. Si no, sólo habrá perdedores", sentenció el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso.

La gran incógnita de la cumbre es el papel que asumirá Reino Unido, que en el último minuto se ha descolgado con una petición para reducir los poderes del ministro de Asuntos Exteriores, que ya no se llamará así, impidiendo que presida las reuniones del Consejo y que cuente con el apoyo de un servicio de acción exterior. Esta postura ha sentado muy mal entre el resto de los socios, especialmente a España, que amenaza con descafeinar la figura del presidente permanente de la UE, a la que, según la prensa, aspira el primer ministro británico, Tony Blair.

Berlín presentó este martes a todas las delegaciones su propuesta sobre el nuevo Tratado. El objetivo de la canciller, Ángela Merkel, es que los líderes europeos pacten durante la cumbre los temas más polémicos que siguen abiertos -alrededor de una quincena- y que a continuación se convoque una Conferencia Intergubernamental (CIG) que se dedique únicamente a las cuestiones técnicas. El Tratado simplificado se firmaría a finales de año o principios de 2008 y los Estados miembros tendrían de tiempo para ratificarlo hasta las elecciones europeas de primavera de 2009.

En su propuesta, la presidencia alemana deja claro que el nuevo Tratado (denominado Tratado de reforma), "no tendrá un carácter constitucional" en el sentido de sustituir a todas las normas anteriores, sino que contendrá dos cláusulas para modificar, respectivamente, el Tratado de la Unión Europea y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que a partir de ahora pasará a llamarse Tratado sobre el funcionamiento de la UE.

No se mencionará la palabra 'Constitución', no habrá ningún artículo que hable de los símbolos de la UE (bandera, himno o divisa), el ministro de Asuntos Exteriores no llevará más ese nombre -aunque no aparece el alternativo-, y ya no se hablará de 'ley' o 'ley marco' europea, sino que se mantendrán las denominaciones actuales de 'reglamento', 'directiva' o 'decisión'. Con ello se trata de evitar la impresión de que la UE vaya a convertirse en un superestado, que provoca ampollas en muchos Estados miembros.

Como principal concesión a Países Bajos, Alemania propone reforzar el papel de los parlamentos nacionales en la elaboración de la legislación comunitaria, aunque no tendrán poder para sacar la "tarjeta roja" a una propuesta de la Comisión sino sólo una 'tarjeta naranja'. Es decir, los parlamentos no podrán vetar, pero si el Ejecutivo comunitario quiere seguir adelante con una iniciativa legislativa que sea rechazada por un tercio de los votos atribuidos a los parlamentos nacionales, deberá justificarlo mediante un dictamen motivado que tendrá que enviar a la Comisión y el Consejo. Países Bajos sigue considerando "insuficiente" esta propuesta.

Para contentar a Reino Unido, la presidencia alemana propone un mecanismo que le permita excluirse de las políticas de cooperación policial y judicial en materia penal, pero sin impedir a los demás que puedan avanzar más rápidamente si así lo desean. Cuando un Estado miembro considere que una norma afecta fundamentalmente a su sistema de justicia penal, podrá invocar un "freno de seguridad" para paralizarla, pero si un tercio de países quiere seguir adelante podrá formar una cooperación reforzada.

Carta de derechos

Respecto a la Carta de Derechos Fundamentales, Alemania señala que el futuro Tratado incluirá un artículo que le conferirá un carácter jurídicamente vinculante, aunque todavía no hace ninguna propuesta sobre su ámbito de aplicación. Según la Constitución, se aplicaría a las instituciones comunitarias y a los Estados miembros cuando aplican normas europeas, pero Reino Unido quiere que se limite sólo a las instituciones comunitarias.

Otro punto polémico, la primacía del derecho comunitario sobre el nacional, ya no aparecerá en un artículo del nuevo Tratado, como era el caso con la Constitución, sino en una declaración adjunta que pactará la Conferencia Intergubernamental (CIG). También habrá un artículo sobre la personalidad jurídica de la Unión y sobre la retirada voluntaria de la misma, como en el Tratado constitucional.

Asimismo, se redactará una disposición sobre los procedimientos de revisión de los Tratados en los que se deje claro que se podrán aumentar o reducir las competencias atribuidas a la Unión, tal y como pide República Checa. No se incluirán los criterios de adhesión a la UE como reclamaba Países Bajos pero sí una referencia a los "valores" que deben respetar los candidatos.

El paquete institucional de reparto del poder se deja intacto tal y como estaba en el Tratado constitucional, lo que incluye una reducción del número de miembros de la Comisión y el voto por doble mayoría de Estados y de población. En cuanto al resto de las políticas, se incorpora prácticamente sin modificaciones lo que estaba previsto en la Constitución Europea.

Los jefes de Estado y de Gobierno aprobarán este jueves la entrada de Chipre y Malta en el euro en 2008

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete aprobarán este jueves la entrada de Malta y Chipre en el euro el 1 de enero de 2008 tras los informes positivos de la Comisión y del Banco Central Europeo (BCE), que consideran que ambos países cumplen los criterios de convergencia económica exigidos.

Tras el visto bueno de los líderes europeos y el dictamen conforme de la Eurocámara que se aprobó ayer miércoles, el siguiente paso corresponde a los ministros de Economía de la UE, que en su reunión del 10 de julio fijarán los tipos de cambio irreversibles de la libra chipriota y la lira maltesa respecto al euro. Con esta segunda ampliación, la eurozona sumará 15 Estados miembros, ya que el 1 de enero de este año ya entró Eslovenia.

En su informe de convergencia, el Ejecutivo comunitario subrayó que tanto Chipre como Malta "han alcanzado un alto grado de convergencia económica sostenible" con los Estados miembros que comparten la moneda única y que "cumplen las condiciones necesarias para adoptar el euro". El BCE advirtió no obstante de que "la posible reunificación de Chipre podría plantear nuevos desafíos de carácter estructural y presupuestario".

Para poder entrar en el euro, un país de la UE debe cumplir una serie de criterios establecidos en el Tratado sobre déficit y deuda, estabilidad de precios, estabilidad en el tipo de cambio respecto al euro y convergencia de los tipos de interés a largo plazo. Además, su marco legal debe ser plenamente compatible con el Tratado. A principios de año, tanto Malta como Chipre pidieron a la Comisión que evaluara el cumplimiento de estos requisitos para adherirse a la moneda única el 1 de enero de 2008.

Los dos países "cumplen claramente" el criterio de inflación porque el nivel de precios medio de los últimos 12 meses se situó en el 1,9% en el caso de Chipre y en el 1,8% para Malta, muy por debajo del valor de referencia exigido (el 3%). Además, este nivel de inflación es "sostenible" a largo plazo.

En cuanto a los criterios presupuestarios, Malta ha corregido su déficit presupuestario y el Ecofin ha archivado el procedimiento por déficit excesivo abierto desde 2004. El déficit pasó del 10% del PIB en 2003 al 2,6% en 2006 y se prevé que se reduzca al 2,1% en 2007. La deuda maltesa se sitúa en el 66,5% del PIB aunque sigue un ritmo descendente. No obstante, el Ejecutivo comunitario insiste en que debe seguir reduciéndose y tienen que hacerse más progresos en la reforma de la sanidad para mejorar la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.

En el caso de Chipre, el déficit público el año pasado fue del 1,5% frente al 2,3% de 2005, con lo que ya ha salido del procedimiento de déficit excesivo. La deuda en 2006 fue del 65,3% del PIB y se prevé que en 2007 esté en el 61,5%, lo que confirma una trayectoria descendiente desde 2005.

Por lo que se refiere a la estabilidad de los tipos de cambio, tanto la libra chipriota como la lira maltesa se han mantenido estables en el mecanismo europeo de tipos de cambio durante dos años. Los tipos de interés a largo plazo de Malta se situaron en el 4,3% y los de Chipre en el 4,2%, muy por debajo del nivel de referencia del 6,4%. Y ambos países han eliminado de su legislación todas las disposiciones incompatibles con el Tratado.

Apoyo a Galileo
  
En el capítulo económico de las conclusiones de la cumbre, los líderes europeos expresarán también su apoyo al sistema de radionavegación por satélite Galileo como "proyecto clave" de la UE y reclamarán que se tome una decisión sobre su financiación en otoño de 2007. Los ministros de Transporte de los Veintisiete acordaron a principios de junio que el sector público asuma las riendas de Galileo y que se paren las negociaciones con el consorcio privado del que formaban parte Hispasat y Aena por su negativa a asumir los riesgos del proyecto, pero no decidieron de dónde saldrán los 2.400 millones de euros necesarios para seguir con el proyecto por las discrepancias entre los Estados miembros.

En el proyecto de conclusiones se exige además un compromiso rápido sobre la liberalización de los servicios postales, y un acuerdo político el próximo 25 de junio para poner en marcha el Instituto Europeo de Tecnología. Asimismo, los líderes europeos pedirán la rápida puesta en marcha de las cuatro primeras propuestas de iniciativas tecnológicas conjuntas entre el sector público y privado: ARTEMIS, sobre sistemas de computación empotrados; IMI, sobre medicamentos innovadores; Cielo limpio, sobre aeronáutica y transporte aéreo; y ENIAC, sobre las tecnologías de la nanoelectrónica.

En el ámbito de la política social, los Veintisiete solicitarán proseguir los trabajos sobre coordinación de los sistemas de seguridad social, aprobar una directiva para armonizar las pensiones profesionales, aplicar la estrategia comunitaria de salud y seguridad en el trabajo o impulsar la Alianza a favor de las Familias. También reclamarán un impulso para la lucha contra el VIH/SIDA, malaria y tuberculosis y pedirán la colaboración de la industria farmacéutica para que facilite el acceso a medicamentos asequibles.

En cuanto a la lucha contra el cambio climático, los líderes europeos se felicitarán del acuerdo alcanzado en la reunión del G-8 en Heiligendamm, que incluye una referencia a la disminución de las emisiones a menos de la mitad antes de 2050 y el compromiso de lograr en 2009 un acuerdo internacional que sustituya al protocolo de Kyoto, cuya negociación debe empezar en diciembre de 2007 en Bali.

También solicitarán al Ejecutivo comunitario que presente una propuesta para modificar la directiva sobre comercio de emisiones que amplíe su ámbito de aplicación al uso del suelo, a los cambios de uso del suelo, y a la silvicultura. Los Veintisiete respaldarán además la inclusión de la aviación en el comercio de emisiones "de manera tal que la competitividad no se vea perjudicada". Pedirán finalmente a la Comisión y al Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana, que presenten un informe sobre el impacto del cambio climático en los asuntos internacionales de seguridad en primavera de 2008.

Finalmente, las conclusiones de la cumbre reclaman al Ejecutivo comunitario que presente en junio de 2008 un modelo para la evaluación de todos los costes externos, que sirva de base para el cálculo futuro de los costes de las infraestructuras.
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