Los mandatarios mantuvieron una "muy importante" reunión a solas, la primera en 15 meses, en la que también repasaron la agenda del proceso de integración regional, reseñó Efe.
Lula calificó la cita como "muy importante" porque sirvió para "reforzar al Mercosur", porque Argentina y Brasil "son responsables de cuidar a las economías más pequeñas del bloque", apuntó minutos antes de abordar el avión que lo llevó de regreso a Brasilia.
El jefe de Estado brasileño, que llegó el jueves procedente de Chile, conversó con Kirchner a solas durante unas dos horas en la residencia oficial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires, donde además hubo una reunión paralela de ministros de los dos países.
Las relaciones entre Argentina y Brasil, los socios de Paraguay, Uruguay y Venezuela en el Mercosur, "pasan por el mejor momento histórico", destacó Lula a periodistas.
Brasil propuso a Argentina acordar una estrategia común tanto para el desarrollo de biocombustibles como para todo el sector energético, señaló a su vez el canciller brasileño, Celso Amorim, al cabo de la reunión paralela que mantuvo con los ministros argentinos de Economía, Felisa Miceli, y de Planificación, Julio De Vido.
Amorim dijo que las conversaciones con Miceli y De Vido fueron "positivas", como las de Kirchner y Lula, y además se refirieron a la creación del Banco del Sur que impulsan Argentina y Venezuela para financiar el desarrollo regional, proyecto al que Brasil ha puesto reparos.
El diplomático brasileño indicó que además se analizó la marcha del Mercosur, así como asuntos del comercio bilateral.
Señaló que el proyecto del Banco del Sur está "en una fase técnica" en la que se prevé avanzar en la "cumbre" de ministros de Finanzas prevista para mayo próximo en Quito.
Asimismo, los ministros argentinos y brasileño acordaron llevar a cabo una reunión técnica en materia de energía a mediados del mes próximo, apuntó.
Brasil es un gran fabricante de biocombustibles en base a caña de azúcar y planea el desarrollo del sector con el procesamiento de granos oleaginosos, entre ellos la soja, de la que es segundo productor mundial, un puesto por delante de Argentina en la clasificación que encabeza Estados Unidos.
Argentina y Brasil "tienen sus propios proyectos nacionales" en materia energética, comentó De Vido, para quien "puede darse una sinergia en algunas cosas" para que ambos países "compartan iniciativas en el futuro".
El ministro argentino de Planificación señaló que la cita entre Kirchner y Lula fue "muy buena", mientras que su colega de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, optó por destacar el "muy buen espíritu" de las conversaciones.
Lula Da Silva, quien poco antes de llegar a Buenos Aires negó que esté distanciado del presidente venezolano, Hugo Chávez, y quitó hierro al conflicto con Bolivia por el precio del gas, insistió en que Brasil "está dispuesto" a participar en el Banco del Sur.
Pero reiteró que la participación brasileña depende de que se discuta "para qué servirá" el nuevo banco regional que impulsan Kirchner y Chávez con el apoyo de sus colegas de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa.
Según fuentes diplomáticas, Brasil pretende que el Banco del Sur sirva para financiar grandes proyectos de desarrollo regional, sin sustituir la función de organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ni tampoco la de los bancos nacionales de fomento, como el brasileño Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES).
Kirchner, quien no se reunía a solas con Lula desde enero de 2006, cuando lo visitó en Brasilia, no ha planteado que el nuevo banco regional reemplace al Fondo Monetario, si bien sostuvo que debería ser "independiente" del sistema multilateral de créditos.
El diálogo entre Argentina y Brasil marca "un horizonte estratégico" para la región, comentó el embajador argentino en Brasilia, Juan Pablo Lohlé, poco antes de la reunión de los jefes de Estado, a la que calificó como "de un alto contenido político".
Si (
No(
