Se lo seguimos contando: la situación en la Guardia Civil es cada vez más tensa, tanto que las sanciones que el ministro Pérez Rubalcaba ha ordenado incoar contra los guardias que el sábado pasado se manifestaron en Madrid han tenido un efecto boomerang en contra de la política gubernamental: más guardias piden su afiliación en las asociaciones existentes.
De hecho, según ha sabido E-xclusivo de fuentes solventes, estaba a punto de crearse una asociación de facultativos del Cuerpo, pero después del éxito de la manifestación de Madrid y la dureza de la reacción del generalato y del propio ministro Rubalcaba, los promotores han decidido no dividir más y unirse a las ya existentes. Se calcula que el 50% se adscribirán a la AUGC, mayoritaria en el Cuerpo, el 25% a la Unión de Oficiales y el otro 25% a la Unión Profesional de Guardias Civiles.
Por otra parte, el sindicato UGT le ‘ha puesto las pilas’ a la Unión de Guardias Civil es (UGC), una asociación próxima –o más que próxima- a la organización ugetista. En concreto, el sindicato de Cándido Méndez le habría dicho a los responsables de UGC que tienen que captar más socios, sobre todo teniendo en cuenta que el ‘competidor’ Comisiones Obreras tiene acuerdos especiales con la AUGC. Como se ve, la guerra afiliativa entre los sindicatos de clase llega hasta el Benemérito Cuerpo.
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