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Aplazada la reforma del Estatuto gallego

Touriño 'no podemos ceder más' Quintana: 'no pudo ser'

Touriño "no podemos ceder más" Quintana: "no pudo ser"

Finaliza sin acuerdo la reunión de los tres líderes de los partidos gallegos con representación parlamentaria. La definición identitaria de Galicia, el estatus jurídico de la lengua gallega y la financiación autonómica son los tres puntos sobre los que existían más divergencias entre los partidos políticos, ya que no se llegó a un acuerdo en el seno de la ponencia creada en el Parlamento gallego para consensuar un texto.

Emilio Pérez Touriño, presidente de la Xunta, dijo que “la propuesta que presenté era de de mínimos, pero no podíamos ceder más, en ella se recogía el carácter nacional de Galicia”. Añadió que el Partido Popular se había enrocado en hablar del “sentimiento nacional de Galicia”, pese a que, en la propuesta socialista, se hacía referencia a la Ley de Símbolos vigente, en la que se habla de Galicia como “hogar” y “nación”.  

"Lo intentamos pero no pudo ser. No tenemos acuerdo", aseveró Anxo Quintana, quien no obstante sostuvo que a su juicio este era "el momento político" para revisar el marco estatutario, por lo que se comprometió a "no cejar en el empeño" de alcanzar los consensos políticos necesarios para conseguir este objetivo en el futuro.

Alberto Núñez Feijóo, por su parte, sólo mencionó que se habían puesto de acuerdo en la posible financiación extraordinaria del Estado, a repartir en cinco años, que venía a cubrir lo que ya ha dejado de llamarse “deuda histórica” de la comunidad.

Los tres partidos con representación parlamentaria acordaron aplazar "a otro momento político" la reforma del Estatuto de Autonomía, según anunció el vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, el primero en comparecer en rueda de prensa tras la reunión de seis horas de duración entre los líderes de las tres fuerzas políticas.

La definición identitaria de Galicia, el estatus jurídico de la lengua gallega y la financiación autonómica eran los tres puntos sobre los que existían más divergencias entre los partidos políticos, ya que no se llegó a un acuerdo en el seno de la ponencia creada en el Parlamento gallego para consensuar un texto.
No obstante, tampoco había acuerdo sobre el listón de diputados necesario para reformar la Lei de Eleccións ao Parlamento de Galicia; el catálogo de competencias exclusivas de Galicia, como la atribución sobre las aguas territoriales hasta doce millas mar adentro que pide el BNG, entre otros puntos de menor envergadura.

Bajo una lluvia creciente, que arreciaba a ratos, poco antes de las diez y media de la mañana fueron llegando, primero Anxo Quintana, vicepresidente y portavoz nacional del Bloque nacionalista Galego. Luego, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular de Galicia, que había pedido entrar el último. En la sala de juntas de la residencia oficial de Emilio Pérez Touriño, una mesa con tres sillas. Núñez Feijóo se sentó a la derecha y Quintana a la izquierda de Pérez Touriño. Sobre el tablero, tres ejemplares de la Constitución y del actual estatuto gallego. En una sala aparte, se  encontraba Antón Losada, factótum de Quintana en su vicepresidencia de Igualdad y Bienestar.

Hasta después de mayo

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, acordaron en la reunión que mantuvieron el pasado 15 de noviembre que, si no se alcanzaba el consenso necesario, la reforma estatutaria quedaría aplazada hasta después de las elecciones municipales de mayo.

Los líderes de los tres partidos gallegos dieron por finalizada a las 16.40 horas la reunión para intentar desbloquear la reforma del Estatuto de Autonomía, tras seis horas justas de intercambio de opiniones para intentar consensuar los puntos en los que hay más divergencias para revisar el marco estatutario.

El calendario electoral, por tanto, hace ya casi imposible que el nuevo Estatuto pueda aprobarse en esta legislatura. Un temor que, hace apenas tres semanas, manifestaba Ismael Rego, portavoz socialista en el Parlamento de Galicia, y miembro de la ponencia: “estamos contrarreloj, porque no podemos permitirnos más retrasos, dada la avalancha de reformas estatutarias que se avecina”.

Como telón de fondo, según Rego, estaba el tema de la financiación autonómica, antes de que el Gobierno central, tras la experiencia del Estatuto catalán, introduzca correcciones a la baja.

A la hora de cerrar esta crónica, ni Anxo Quintana, ni el propio presidente Emilio Pérez Touriño, que en vísperas de la reunión a tres bandas, habían anunciado que –cada uno por su cuenta—poseían planes alternativos ante el previsible fracaso, habían explicado la característica de los mismos.

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