Ignoro si el protagonista del año 2006 ha sido “you”, en castellano, “usted”, como ha señalado la revista Time, o la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, como dice “El Mundo”, pero, por primera vez en muchos años, falta un líder, alguien en quien casi todos estemos de acuerdo, un político, un investigador, un autor, un deportista que sea indiscutible como figura del año. Nos faltan líderes mundiales, personajes capaces de crear algo diferente, nuevo, sólido, original, positivo... Este mundo de comienzos del siglo XXI se ha quedado sin líderes, ignoro si porque la mediocridad ha ido ganando posiciones o por el hecho de que nadie es capaz de afirmar con una cierta solvencia a dónde vamos, a dónde va esta sociedad un tanto desnortada en la que vivimos todos de manera tan desigual: unos demasiado bien y otros sin ni siquiera saber qué significa vivir bien. “Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento”, decía Somerset Maugham. ¿Chirac, Koffi Annan, Angela Merkel, Bush, Pinochet, Fidel, Chávez? Ninguno. Ni siquiera Benedicto XVI, seguramente porque arrastra la imagen de un Juan Pablo II que todavía proyecta su sombra sobre el nuevo e intelectual pontífice.
En lo nacional, es curioso que el presidente Zapatero, más protagonista que nadie, no sea para nadie el hombre del año. Pero detrás de nadie está la oscuridad. Ni Bono, ni Gallardón o Esperanza Aguirre ni Rajoy ni Albert Rivera ni Pizarro ni ... ¿Se dan cuenta de que no hay una figura política, creadora o intelectual –una cosa no excluye la otra, aunque parezca lo contrario- que podamos compartir como referente de peso? Parece como si hubiéramos sustituido el talento por el talante. Y ni eso. No hay pensadores reconocidos y en la oferta de ideas pesa más Ramoncín o “Pipi” que los filósofos o los intelectuales, perdidos no se sabe dónde. Los Gasol o Alonso son importantes, pero no pueden ser “el hombre del año” y los medios ponen en sus listas a personajes como la Pantoja, José Antonio Roca, Bisbal, Carmen Martínez Bordiú o “el Pocero”, como si esto fuera un programa del corazón o un sainete. Alguien decía que ignoraba “si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo dismulan o de imbéciles que no se recatan de serlo”. Juzguen ustedes.
Los hombres del año 2006 seguramente, son los inmigrantes que tratan de llegar al “nuevo mundo”, dejándose jirones de vida, cuando no la vida misma, en el mar o en la explotación económica, los nuevos pobladores de la vieja Europa, y los gobernantes del Islam anclados en la Edad Media que están lanzando a sus pueblos a una situación que sólo puede acabar mal. Para ellos y para todos. Este mundo no habla de ideas sino de desigualdades que ofenden a muchos y de odios que enfrentan a todos. Así no es fácil la esperanza
Si (
No(
