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Las cartas del abuelo Pascasio. ¡Vamos arriba con Neuquén!

Las cartas del abuelo Pascasio. ¡Vamos arriba con Neuquén!

Por Manuel Suárez Suárez
miércoles 17 de abril de 2013, 11:14h
Muy querida nieta Cristina:
 
            Te cuento que adelantamos nuestra reunión de los viernes en la agrupación "Cristina da Fonsagrada" para el martes 16 de abril. Quisimos hacerla coincidir con el aniversario de la expropiación del 51% de la participación accionarial que tenía la empresa española REPSOL en Yacimientos Petrolíferos Fiscales. El aniversario es más importante de lo que pueda parecer porque nuestra segunda patria progresa con paso firme al asumir el control estatal del estratégico sector energético. Los países serios y responsables protegen sus recursos para dedicarlos al beneficio de la ciudadanía. Por lo tanto es una obligación tuya como "Ciudadana Mayor de la República" el defender el patrimonio nacional. Nosotros te aplaudimos. 
 
            Consideramos al ser conocedores del "paño" que hay que ser muy burro ---en la política argentina sobran los avivados--- o muy coimero ---acá está la madre del cordero--- para dejar que el enorme yacimiento de Vaca Muerta en la provincia de Neuquén sea explotado libremente por empresas del exterior. No estamos hablando de un pocito de petróleo del que sacás medio litro de querosén para el "primus" donde calienta el mate el aparcero "Tata Viejo" allá a la sombra del ombú en donde el diablo perdió el poncho. Hablamos de unas enormes reservas de petróleo y gas natural de esquisto que el reconocido experto internacional Ryder Scott estima equivalente a unos 22.000 millones de barriles.
 
            Vos, Cristina, hiciste lo que debías hacer. Somos de la opinión de que el 16 de abril de 2012 nació una nueva Argentina. En serio, no estamos divagando. Antes había que importar  pero dentro de unos pocos años el país tendrá autonomía energética. Es algo inédito que solucionará el gran problema del déficit energético de consumir más de lo producido. Así somos todos más ricos: argentinos y gallegos emigrantes. El futuro es muy esperanzador. Nos ahorraremos nada más y nada menos que unos 10.000 millones de dólares anuales en importaciones. Este dinero quedará en el país y servirá para construir nuevas vías de comunicación, puentes, obras hidráulicas,escuelas y hospitales.
 
            Los abuelos de la agrupación somos optimistas pero sabemos que no todo el campo es orégano. Hay por ahí muchos buitres sueltos que se quieren aprovechar de las ancestrales debilidades de una parte egoísta de la sociedad argentina. Nos referimos al tema de la soja. Por suerte mantiene sus altos precios en el mercado. Con 500 dólares por tonelada hay productores que se llevan su buena guita. Muy bien, nada que objetar y que ganen todo lo que puedan.    Pero, ojo, el problema surge cuando se niegan a pagar impuestos o critican el porcentaje establecido. Desde acá arriba detectamos que su actitud no es fruto de una mentalidad empresarial. Es otra cosa, un odio personal contra vos: "esta mina nos afana". Su irracional actitud los aleja del buen empresario que ayuda con sus impuestos a mantener unos dignos servicios públicos.
 
           
            Bueno, Cristina, te pedimos no bajés la guardia. Una peligrosa enemiga de los argentinos, Doña Inflación, anda rondando por un medio social egoísta al que le duele la cabeza cuando no tiene dólares en las manos. La cura radical la tendrás en 5 años y enterrarás a la vieja jodedora al poner el "tano" Gallucio a funcionar el bombeo de oro negro en Vaca Muerta. Antes hay que invertir unos 37.000 millones de dólares pero no te preocupés, podrás elegir entre varias ofertas de empresas solventes que desean participar en un apetecible negocio. Nos va encantar ver la revitalización de los hermosos valles neuquinos patagónicos. Conocemos el maravilloso lago de origen glaciar Nahuel Huapi pero ahora mismo lo que mejor nos vendría para aliviar la artritis sería una semanita entera en las termas de Copahue.
           
            Me despido. Te mandan saludos los abuelos. Recibí el abrazo cariñoso del viejo gallego que no te olvida.
 
                                                                                              Pascasio Fernández Gómez
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