Para Carlotto "El derecho a la identidad no tiene retorno"

"La identidad trasciende el nombre en un documento, abarca todo, es lo que se lleva en la sangre, la herencia, las costumbres, la historia, la cultura y es ahí donde llegamos a un punto que no tiene retorno", explicó Carlotto en diálogo con Télam. Las Abuelas que continúan buscando a 400 nietos apropiados por la dictadura militar sostienen como concepto institucional fundamental el de "devolverle a los nietos robados sus derechos, que conozcan de dónde vienen y su historia". "Es un derecho que ha modificado leyes, conciencias y pensamientos políticos porque no se puede obviar que en el país hubo delitos de lesa humanidad que son imprescriptibles, que afecta a toda la sociedad y que fue el Estado mismo que privó de esos derechos y el Estado es el que tiene obligación de devolverlos", señaló. Para Carlotto, con las instituciones democráticas "estamos progresando con la bandera de la defensa de los derechos humanos" porque "no se podría construir una democracia si no fuera así, si no hubiera decision política del Estado". En ese trabajo de restitución, en el que colaboran con la justicia, las Abuelas entienden que cuando llega el momento de conocer sus orígenes "es obligación del ciudadano aceptar esa realidad, según los tiempos de cada uno" y que "ante todo, nosotras queremos darle libertad, no transformarnos en apropiadores". Después de 34 años de caminar juntas, calificó de "milagroso" que las Abuelas de Plaza de Mayo continúen unidas como hace 34 años y lo atribuyó a que "seguimos entroncadas por el amor que hace que no nos podamos separar". "Fuimos congeniando ideas y propuestas en un avance que no programamos, y así la institución fue creciendo como una planta que se riega y quizás esa agua que nos regaba era el amor por nuestros hijos, la necesidad de saber y la ilusión de encontrarlos", confió Carlotto. Para la abuela que busca a su nieto Guido nacido en cautiverio, "las tormentas que hubieron por diferencias de criterio, las hemos resuelto sin rupturas, y eso es lo milagroso". Al repasar la historia de la entidad, Carlotto evocó que aunque Abuelas de Plaza de Mayo nació "con todos los papeles" un 22 de octubre de 1977, ya desde antes un grupo de doce madres que participaba de las rondas alrededor del a Pirámide de Mayo reclamando por sus hijos desaparecidos, se encontraron en el reclamo por saber sobre su nieto o su hija embarazada. "Cuando marchábamos en los comienzos y nos preguntaban quienes éramos, decíamos `somos abuelas argentinas con nietitos desaparecidos´, un nombre demasiado largo hasta que alguien nos dijo, `ustedes son las Abuelas de Plaza de Mayo´ y así quedó para siempre", relató. Después vino el logotipo que las distingue, elegido tras fracasar un concurso interno en donde cada abuela dibujaba lo que le parecía y que para Carlotto "eran muchos disparates, algunos con imágenes muy fuertes". "Para un fin de año recibimos un almanaque de regalo que nos enviaban la agrupación Clamor de Brasil, con el dibujo de un monigote hecho por chicos de las favelas que nos encantó y decidimos agregarle una soga como si saltara con una cuerda en la que agregamos las palabras identidad, familia y libertad", recordó. La institución se nutrió con el tiempo de equipos de profesionales, con abogados, psicólogos y genetistas que sumados a los nietos recuperados "nos acompañan con una claridad increíble". Sobre el lugar que ocupan los jóvenes en Abuelas, Carlotto considera que "son una transferencia generacional muy interesante ayudada por los tiempos democráticos que corren", que se manifiesta también en la falta de sentimientos de venganza hacia quienes los despojaron de su identidad. "Nos hace muy bien que no tengan deseos de tomar revancha porque es nuestra conducta institucional también. Nosotras no alentamos más que la justicia por la justicia misma aunque sea lenta y jamás aceptaríamos encontrar un nieto con la mancha de haber negociado nada", aclaró. Para Carlotto, es vital el rol de la juventud en la política y celebró que "están de pie, son luchadores, se forman políticamente y eso se debe a los gobiernos de Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner), que han sabido darles el rol necesario de impulso y movimiento con una presencia increíble en todo el país". Proclamó que aún hoy "tenemos la perseverancia y la paciencia de seguir horadando la piedra" y de los apropiadores reconoció que "si fueron capaces de crear más de 600 centros clandestinos, de robar bebés y tomarlos como botín de guerra para esclavizarlos en una historia mentirosa, están convencidos y volverían a cometer los mismos crímenes". Sobre el reconocimiento internacional que obtuvieron el pasado mes de la UNESCO, aseguró que "no nos sirve para tener una placa o lo que fuere, nos sirve porque nos puede ayudar a seguir encontrando a los nietos que pueden estar en cualquier lugar del mundo". "Fueron largos años de trabajo, de abrir caminos, de avanzar, luchar, hacer docencia, para que la sociedad se involucre y sepa que la defensa del derecho a la identidad tiene que hacerse entre todos, celebrando que estamos en democracia", afirmó