CiU ganaría las elecciones generales si se convocaran ahora

Así, la intención directa de CiU es del 23 por ciento, casi dos puntos más que en enero, frente al 18,2 por ciento de los socialistas, 1,2 puntos menos que hace siete meses, y según el sondeo, sólo la mitad de quienes votaron al PSC en las generales de 2008 ahora lo volverían a hacer. La encuesta tiene un margen de error del 2,47 por ciento y se hizo a principios de junio, tras el estallido del movimiento del 15M y las elecciones municipales del 22-M, en las que también por primera vez desde la Transición, CiU desplazó al PSC como partido más votado. En cuanto a la intención directa de voto del resto de partidos, la del PP es del 11,5 por ciento -1,4 puntos más que en enero-; la de ICV-EUiA es del 5,9 por ciento -seis décimas más-; la de ERC cae al 3,2 por ciento -1,2 puntos menos-, mientras que C's y SI no superan el 1 por ciento. El voto en blanco declarado es del 8,3 por ciento, 1,2 puntos más que en enero, algo atribuible a la desafección, mientras que los indecisos son el 14 por ciento de los encuestados, y el 7,6 por ciento de la muestra admite que no votaría. Fidelidad de voto Sólo la mitad de los votantes del PSC en las generales ahora lo volverían a hacer, según el sondeo, quien detecta que el 13,2 por ciento de estos electores ahora se inclinarían por CiU, un 5,3 por ciento por ICV-EUiA, un 4 por ciento hacia el PP. El resto de partidos de izquierdas también presentan índices bajos de fidelización electoral: en el caso de ICV-EUiA, se sitúa en el 54,4 por ciento -el 14,7 por ciento de sus electores en las generales de 2008 ahora dicen que votarían en blanco- mientras que, en el caso de ERC, sólo se inclinarían por los republicanos el 34,8 por ciento de sus votantes en las generales de 2008, y un 8,5 por ciento de estos electores se irían hacia otros partidos extraparlamentarios. Por el contrario, el electorado de PP y CiU se muestra muy estable: el 86,8 por ciento de los electores populares lo volvería a hacer, y lo mismo harían el 79,7 por ciento de los de CiU. Es la segunda encuesta del CEO en esta legislatura catalana que concluye que CiU ganaría unas elecciones generales en Cataluña, aunque en relación al barómetro de enero, en el de junio la distancia entre el PSC se amplía de 4,8 puntos en beneficio de la federación nacionalista. Ante estos datos, el director del CEO, Jordi Argelaguet, ha indicado que se da un "sorpaso" en las generales, por lo que se acaba el tradicional "voto dual" que ha existido entre el electorado catalán desde la Transición: que en las municipales y generales se votaba a la izquierda, y en las autonómicas, a partidos nacionalistas. El estudio también pone de manifiesto que por primera vez en los datos del CEO, empieza a haber un nuevo fenómeno: un voto oculto hacia el PSC, ya que por vez primera, hay menos gente que dice que les votó de la que realmente lo hizo. "Los socialistas empiezan a tener problemas de movilización y señales de alarma empiezan a encenderse", ha asegurado Argelaguet, añadiendo que con estos resultados, en las generales se configuraría en Cataluña un escenario de dos grandes partidos -CiU y PSC-, un tercero en crecimiento y luego formaciones pequeñas. La encuesta, que se ha hecho a una muestra de 2.000 catalanes, también pone de manifiesto que para la mayoría de los sondeados, un 37,5 por ciento, las elecciones generales son las más importantes, seguida de las catalanas (27,0 por ciento), municipales (13,4 por ciento) y europeas (3,9 por ciento).