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La otra cara del Debate del estado de la Nación

La otra cara del Debate del estado de la Nación

Rubalcaba, invitado de piedra al debate   Solo sonreía...y aplaudía. Alfredo Pérez Rubalcaba no se levantó de su escaño azul de vicepresidente primero del Gobierno en toda la santa tarde. Aguantó estoicamente junto a Zapatero todas las intervenciones de Rajoy y de los demás portavoces parlamentarios, con sus consiguientes réplicas y contrarréplicas de unos y otros mientras muchos otros ministros ni se dignaron en acudir a la sesión de la tarde. Rubalcaba intercambió 'confidencias' con el presidente pero no cayó en la tentación de salir al pasillo a hacer corrillos con los periodistas como muchos otros compañeros. Rajoy ni le citó una sola vez, como le indicaron sus asesores. Duran, 'abandonado', tira de humor para no llorar... Increíble e impresentable: de nuevo, como es costumbre en este tipo de citas parlamentarias, decenas de diputados se retiraron del hemiciclo cuando se terminaba el enfrentamiento dialéctico entre Zapatero y Rajoy, en la fase inicial de este Debate de la Nación. Así que esta vez le tocó pagar el pato al portavoz del grupo parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien con gran sentido del humor, en lugar de enfadarse, les espetó lo siguiente a los 'huidizos': "No sé por qué se van, si ahora viene lo bueno...". De esta manera contrarrestaba con gracia la 'ofensa' y, de paso, anticipaba una interesante intervención parlamentaria. Ridao: donde las dan... las toman   Ya contamos el golpe de humor que ha tenido Duran i Lleida cuando iba a comenzar su intervención en el debate del Estado de la Nación pero lo que nos dejó perplejos fue la contestación que nos dio el portavoz de ERC cuando nos lo encontramos por los pasillos y le 'regañamos' en tono constructivo por ser uno de los diputados - encima catalán- que había abandonado el hemiciclo justo cuando le tocaba el turno al portavoz de CiU. Pues bien, Ridao no se cortó un pelo y confesó:  "Bueno, él también se va cuando hablo yo, así que hay reciprocidad". ¡Viva la camaradería! La bronca en el debate fue 'in crescendo'   A medida que avanzaba la tarde, las réplicas y contra-réplicas entre Zapatero y el líder de la Oposición iban subiendo de tono. También la bronca entre ambas bancadas  arreciaba. Los socialistas celebraban las diatribas que le lanzaba el presidente a Rajoy, y viceversa. El presidente del Congreso, José Bono,  aunque estuvo más comedido que otras veces, tuvo que 'regañar' a sus señorías en varias ocasiones. Uno de los amonetados fue Fernando Moraleda, diputado del PSOE por Ciudad Real y anterior secretario de Estado de Comunicación. El 'aplausómetro' reventó todas las expectativas Populares y socialistas rivalizaron desde los escaños para ver que grupo aplaudía más a su líder. Zapatero fue interrumpido varias veces en su discurso inicial y ovacionado discretamente cuando acabó, pero no en su inicio. Sin embargo, en la primera réplica a Rajoy, el presidente, que endureció sumamente su verbo contra el líder de la oposición, fue constantemente interrumpido por los diputados del Grupo Socialista que llegaron a mostrar verdadero entusiasmo cuando acusó a Rajoy de "faltar a la verdad a sabiendas" y de "dar cifras que no se corresponden con la realidad". Los populares, mientras tanto, protestaban y gritaban. Rajoy fue recibido, de entrada, con una larga ovación de sus diputados. Y también fue interrumpido en varias  ocasiones con fuertes aplausos durante su primera intervención . Una vez terminado su discurso arreciaron los aplausos y así sucesivamente en las demás intervenciones. Entonces eran los socialistas los que abucheaban. Vamos, lo que se llama 'calentar el debate'. Rajoy almorzó con su equipo económico   Mientras Zapatero almorzaba en familia, el presidente del PP prefirió quedarse en su despacho del Congreso para dar los últimos retoques a su discurso del debate del Estado de la Nación a sabiendas de la importancia que iba a tener de cara a 'su gente'. Rajoy se reunió con la portavoz del grupo parlamentario, Soraya Sáenz de Santamaría, y con su equipo económico, liderado por Cristóbal Montoro, e integrado por Fátima Báñez y Álvaro Nadal. Juntos analizaron el contenido de la intervención del presidente del Gobierno. El líder del PP también escuchó los consejos de Jorge Moragas, uno de sus principales asesores. La despedida de Zapatero emocionó al PSOE Las palabras con las que cerró Zapatero su discurso inicial en su último debate del Estado de la Nación, que no estaban en su discurso escrito, lograron emocionar a los diputados del PSOE e incluso algunos apreciaron que también al propio presidente. Muchos fueron los que luego reconocieron que se emocionaron, porque creen que el presidente va a marcharse de la política injustamente tratado. El primero en reconocer que le pareció “muy emotivo” fue el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, amigo íntimo y paisano de Zapatero, ya que ambos se conocieron en León. Alonso, sin embargo, discrepó con los demás portavoces que interpretaron que Zapatero no solo se despedía de este tipo de debates sino también de la legislatura porque creen que el presidente va a adelantar las elecciones al otoño. Sus señorías sufrieron en un hemiciclo ‘helado’ Esta claro que nunca llueve a gusto de todos. Y nunca mejor dicho porque pese al sofocante calor que se sufría en la calle -patente en el patio del Congreso- los diputados sufrieron lo suyo dentro del hemiciclo…pero de frío. Y es que el aíre acondicionado estaba tan fuerte que tanto los ministros en el banco azul como los diputados que estaban sentados en las primeras filas -los del ‘gallinero’ lo notaron menos- se ‘helaron’ literalmente de frió. Uno de los que más protestó, según nos contaron miembros del Gobierno,  fue el titular de Industria, Miguel Sebastián, -que esta vez iba con corbata-, que mira mucho por el ahorro de energía. Pero nada, ni por esas. Bono debió de considerar que la temperatura media del hemiciclo era la adecuada.  Y donde manda patrón... A ZP no le quedan presidentes autonómicos   El drástico cambio que ha experimentado el mapa autonómico tras el 22 de mayo, con la práctica desaparición de presidentes del PSOE,  se ha notado bastante en este último debate de estado de la Nación. De hecho, en la tribuna de invitados  solo podía verse a Vicente Álvarez Areces, todavía presidente en funciones de Asturias, al menos hasta que sea investido Francisco Álvarez Cascos. Marcelino Iglesias, presidente en funciones de Aragón y secretario de Organización del PSOE también acudió al debate. Y otro que no quiso perderse el discurso de Zapatero fue el presidente del Senado, Javier Rojo. Al debate no asistió el lehendakari vasco, Patxi López, aunque tampoco es habitual verle en un debate de este tipo.   Aguirre, encantada bajo los focos   La que no faltó a la cita matinal dedicada monográficamente a la intervención de Zapatero fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pese a que el discurso de su líder, Mariano Rajoy, no comienza hasta las cuatro de la tarde. Aguirre llegó al Congreso con su sempiterna sonrisa, luciendo un veraniego vestido estampado y con un color envidiable cultivado gracias de las mini-vacaciones que se tomó el puente del Corpus, motivo por el cual no asistió a la toma de posesión de su compañera Dolores de Cospedal como presidente de Castilla- La Mancha. Pero antes de entrar, la lideresa no pudo resistirse a los deseos de la prensa de que contestara a alguna pregunta. Y así lo hizo. La dirigentes del PP madrileña aseguró que Zapatero "o acomete más  reformas o debe anticipar las elecciones generales". Zapatero afronta el debate "con responsabilidad" La llegada de Zapatero al Congreso para afrontar su último debate del estado de la Nación despertó más expectación que nunca. El presidente del Gobierno nada más bajarse del coche, hizo esta vez un breve comentario a los periodistas y respondió a la pregunta sobre “cómo iba a afrontar el debate”. “Bien, bien”, dijo Zapatero, “con responsabilidad”… El padre del presidente se 'estrena' con la prensa El padre de Zapatero, Juan Rodríguez,  también fue abordado por los periodistas a su llegada a la Cámara baja, justo antes de subir a la tribuna de invitados desde donde escuchará la intervención del presidente del Gobierno junto a su nuera, Sonsoles Espinosa. El hombre no se lo esperaba y su cara lo decía todo al ver el batallón de periodistas que se le echó encima. “Si, si, el de hoy es un debate es especial”, fue lo único que acertó a decir algo azorado. Masiva afluencia de prensa No se esperan grandes anuncios en este Debate sobre el estado de la Nación -último de Rodríguez Zapatero-, pero la expectación sigue acompañando a este tipo de actos. En total, se han acreditado ante los servicios de prensa de la Cámara Baja alrededor de 400 periodistas de un centenar de medios nacionales y extranjeros. La afluencia de prensa es tal, y el número de televisiones tan grande, que se han tenido que colocar cordones de seguridad para las cámaras, las cuales funcionarán, como ya es habitual, en régimen de pool informativo. - Lea también: Zapatero defenderá su ‘testamento’ político y Rajoy se presentará ya como su ‘recambio’ El debate de la economía se salvará una vez más por el turismo y la exportación
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