La suerte está echada

Este es el día en el que Juan Vicente Herrera toma posesión otra vez  -y van cuatro- como presidente de la Junta, sin que nadie ose hacer quinielas sobre la composición de su nuevo gobierno. Jamás hubo tanto hermetismo en una situación así. El Topillo no existía hace cuatro años, pero le han contado que entonces las apuestas proliferaron por doquier. También es verdad que eran otros tiempos, tiempos todavía de vacas gordas en los que el presidente se disponía a aumentar el número de Consejerías (de 10 a 12), sin otear la crisis que un año después se nos iba a venir encima. Alguien le llamó entonces “Herrera, el magnánimo”.   Ahora toca plegar velas y soltar lastre, reduciendo el número de Consejerías por debajo de aquellas diez (la duda está en si serán ocho o serán nueve). Ante tanto hermetismo no son pocos los que confiaban que este pequeño roedor captara lo que se ha estado cociendo en el Colegio de la Asunción. ¡Como si uno gozara de línea directa con el “ala oeste”, donde, tres años después de extinguida la plaga, siguen dale que te pego con la clorofacinona…!  Y no pretenderán, que un bicho de tierra adentro donde los haya se tire a la piscina, que no es precisamente su medio natural.   Con todo y eso El Topillo ya ha adelantado bastante en días anteriores. Cinco de los actuales consejeros seguirán siéndolo: Tomás Villanueva, José Antonio de Santiago-Juárez, Pilar del Olmo (y van tres de Valladolid), Antonio Silván y Silvia Clemente. Tres de ellos tendrán más competencias que ahora y otro cambiará de responsabilidades. Ninguno de los otros cinco tiene fácil seguir, aunque uno podría salvarse de la quema. No será en ningún caso la todavía vicepresidenta, a quien parece que le aguarda uno de los escaños del Senado en representación de la comunidad autónoma.   Entrarán dos mujeres más en el Consejo de Gobierno, una de ellas casi con toda seguridad la abulense Alicia García. Y habrá una gran sorpresa en la Consejería de Sanidad. Dicha sorpresa puede consistir tanto en el fichaje de un tecnócrata en plan mirlo blanco como en situar ahí a uno de los actuales consejeros, o incluso dejar a Guisasola, que tal vez fuera lo más sorprendente. Y hasta ahí, ni un paso más, se atreve a llegar este humilde roedor. Total, da igual, porque la suerte ya está echada. Alea iacta est. Esta misma tarde, mañana a lo más tardar, todos la conoceremos.