En una jornada histórica River se fue a la B

Hace meses se escuchaba “River no va a jugar la promoción”, después llegó el “A Belgrano le ganamos fácil” y ante la derrota por dos goles en el primer chico llegaba “En el Monumental lo damos vuelta”. Finalmente todas esas profecías chocaron con un prolijo equipo cordobés que aprovecho la desesperación de los jugadores de River para obtener el ascenso a primera con dos triunfos trabajados pero indiscutidos ante el equipo que más títulos de primera división obtuvo en la Argentina. Tras “padecer” la gestión del mandato de José María Aguilar, la ilusión llegaba con quien había sido “el gran capitán”, Daniel Alberto Passarella, pero, el gran objetivo del actual presidente fue el de poner en orden las cuentas del club sobre lo futbolístico, algo que a la larga iba a terminar lamentando. En este inolvidable domingo River tuvo todo a su disposición. Tras anularle un gol a Belgrano por una milimétrica situación adelantada, a los cinco minutos Pavone demostró su categoría y desde fuera del área dejaba a los locales a un solo gol de permanecer en la primera división. Pero como a lo largo de todo el campeonato -donde finalizara con solo 15 goles a favor- la falta de claridad chocaba una y otra vez con la heroica defensa de los defensores cordobeses y de un gigante Rodríguez en la media cancha que se “comió” el partido. Así se repitió durante toda la primera mitad, y, aunque estuvo cerca de convertir, el pitazo de Pezzota dejaba a la institución a solo 45 minutos del descenso. La segunda mitad mostró al conjunto de J.J yendo nuevamente a “la carga barraca” mientras Belgrano se agrupaba aún más atrás En una contra por poco lo define el “Picante” Pereyra quien solo ante Carrizo desperdició una oportunidad que le daba una vida más a River. Pero esa desesperación de los locales fue aprovechada por Guillermo Farré, quien a los 16minutos de la segunda etapa ante un error compartido entre Díaz y Ferrero ponía el 1 a 1 que obligaba a River a tener que convertir dos tantos para salvarse. Y, cuando todo parecía perdido, un penal inventado por Pezzota -quine había ignorado uno a Pavone en la primera mitad, le devolvía un poco de aire al “Millonario”, pero, en lo que ya era una película de terror, Pavone ejecutó anunciado fuerte y al medio para decretar el fin de la ilusión. De ahí en más la historia se repitió, Centros y más centros con pocas ideas tratando que de conseguir el milagro, hasta que los violentos de siempre no aguantaron la humillación de irse a la B generando incidentes que obligaron al árbitro a suspender el partido a solo un minuto para la finalización del mismo. Los llantos que se veían a los auténticos simpatizantes eran desgarradores, lo que obligará a la dirigencia a pensar rápidamente en el futuro para tratar de volver rápidamente a la primera división, aunque mancha negra va a ser imposible de borrar en la historia de los riverplatenses. De esta manera los únicos equipos que no descendieron en toda la historia del fútbol argentino son Independiente y Boca. Incidentes en el Monumental tras el descenso Hinchas de River Plate protagonizaban incidentes en las adyacencias del estadio Monumental de Núñez, una vez consumado el descenso a la B Nacional del equipo de Juan José López, tras el empate 1-1 con Belgrano de Córdoba, en el segundo encuentro de la Promoción. Un efectivo policial fue trasladado de urgencia al Hospital Churruca de la ciudad de Buenos Aires, luego de haber sido duramente golpeado por un cartel de publicidad arrojado por barras de River Plate, a la finalización del partido con Belgrano de Córdoba (1-1), resultado que marcó el descenso de la entidad `millonaria` por primera vez en la historia. El agente policial, severamente lastimado, fue derivado desde el mismo centro del campo de juego, mediante una ambulancia. Los simpatizantes `millonarios`, irritados con la pérdida de la categoría del equipo de sus amores, arremetieron y arrojaron proyectiles contra las fuerzas policiales, que repelieron la agresión arrojando balas de goma y bombas de gas lacrimógeno. El epicentro del conflicto se instalaba sobre avenida Udaondo, primero en la intersección con Figueroa Alcorta y luego en dirección hacia la avenida Lugones. A su paso, los hinchas destruyeron un móvil de una señal de cable, situado frente a la puerta del Tiro Federal Argentino. A todo esto, la barra brava de River abandonó la tribuna a poco de la finalización del partido, arreó sus banderas, sin insultar a sus jugadores. Pero un grupo disidente, identificado como la `Barra del Oeste`, bajaron de la cabecera y empezaron a arrojar objetos hacia el campo de juego