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La primera de Rubalcaba

La primera de Rubalcaba

La solución no está sólo en tomar la calle. Si los jóvenes del 15-M quieren ser protagonistas activos del futuro, es imprescindible que se construyan las ideas y que se defiendan organizadamente para que puedan  convertirse en reformas posibles y no en anarquía improductiva. La solución a esto, y a todo, está en la educación. Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido inteligente al lanzar su primera propuesta: un MIR para los profesores. O elevamos el nivel de calidad de los profesores o la educación española –nuestro segundo problema real después del paro, a veces causa y origen de que el primero sea el paro- seguirá con tasas de fracaso escolar superiores al 30 por ciento. En la educación española hay dos referentes de excelencia que son las Escuelas de Negocios, entre las mejores del mundo, y el sistema MIR de formación de los médicos españoles, que están entre los mejores profesionales del mundo y gracias a los cuales se mantiene el nivel de calidad de la sanidad pública española. Recientemente se ha aprobado también el MIR de los abogados, que se empezará a aplicar dentro de un año, y que contribuirá a que los ciudadanos tengamos garantías de que el abogado que nos defiende tiene los conocimientos imprescindibles para ello. Se está poniendo en cuestión, ya era hora, el papel “superior” de la Universidad, que forma licenciados, no profesionales. A estos hay que formarlos de otra manera. Ojo, los médicos se forman durante diez años, los abogados van a necesitar cinco o seis y la tendencia va en esa dirección. El PP ha dicho que ese MIR de los profesores fue una idea suya y que Rubalcaba les ha copiado. Qué más da… si la dicha es buena. EL PSOE de Rubalcaba,  que no el de Zapatero, se apunta a la excelencia después de criticar el proyecto de una educación de excelencia y los colegios bilingües de Esperanza Aguirre. Si rectifican, aciertan. José Antonio Marina, uno de nuestros educadores sabios, dice que está en cuestión la mayor parte de nuestra pedagogía –la que implantó la LOGSE defendida a capa y espada por los socialistas- porque hemos centrado todo en la “motivación personal” y nos hemos olvidado  de inculcar “el sentido de la obligación”: hay cosas que  se tienen que hacer aunque no nos motiven. Rubalcaba fue un correcto ministro de Educación y tuvo unos índices de entendimiento con la escuela católica concertada muy superiores a los que tuvo un poco después la ministra Esperanza Aguirre. Pero disponer de un profesorado seleccionado y bien formado, algo imprescindible para tener un buen alumnado, no es suficiente si luego no se le incentiva y, sobre todo, si se le quita la autoridad moral, el respeto y la independencia en su función, como ha sucedido gracias a la LOGSE y todo lo que supone, desmotivando a los profesores. El PP no se atrevió a hacer la reforma educativa cuando tenía votos para ello y ahora, gane quien gane, o se hace o crecerá el descontento y habrá muchos más 15-M. - Lea también: El MIR de Rubalcaba, a debate Profesores, a examen: Rubalcaba propone un MIR para seleccionar a los mejores
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