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Rubalcaba, el más cuestionado

La derecha acorrala al Gobierno en su defensa del movimiento 15-M, ahora tachado de violento

La derecha acorrala al Gobierno en su defensa del movimiento 15-M, ahora tachado de violento

Cientos de cartas inundaron las redacciones de todo el país, exigiendo objetividad informativa
El siguiente reto será este domingo, 19-J, que podría ser una manifestación masiva en Madrid

El vicepresidente acapara las críticas ante la debilidad y el ocaso de la figura de Zapatero como presidente de Gobierno central. Pero la situación política tras las elecciones del 22 de mayo, con una amplia mayoría del PP en los ejecutivos autonómicos o la presencia de CiU en Cataluña está sirviendo para gestionar las últimas protestas violentas como un ejercicio de desprestigio de lo que inicialmente supuso el 15-M.
Ayer jueves las redacciones de toda España se llenaban de correos electrónicos enviados masivamente por particulares, con el mismo mensaje, redactado el primera persona y que intentaba llamar la atención para no perderse entre los miles de correos que diariamente llegan a un periódico de ámbito nacional. En esos correos, los particulares, supuestamente adscritos al 15-M como activistas (conocidos por todos como 'indignados') intentaban reclamar una cobertura informativa que no condenara al movimiento por la violencia empleada por parte de unas minorías en incidentes como el del Parlament catalán el pasado miércoles. "Hoy de nuevo, me siento tan indignado que necesito hacérselo saber a ustedes que tienen la posibilidad de informar objetivamente", comienza diciendo esta carta, que se refiere específicamente a lo sucedido en Cataluña, cuando se intentó boicotear a los diputados regionales y, además, se les agredió física y verbalmente: "Ayer lo que ocurrió en Barcelona fue ocasionado entre otros motivos, por unas fuerzas de seguridad del Estado, algunos de cuyos integrantes han cambiado los nobles objetivos de su trabajo, por un nuevo cometido". Intentaban así denunciar la ya célebre intervención de policías infiltrados entre los activistas, agentes secretos que en teoría sólo velan por la seguridad, como confirmaba el conseller de Interior catalán, Felip Puig. Pero lo que desmintió el Govern fue que éstos incitaran a sus compañeros antidisturbios para forzar cargas y así criminalizar a los activistas. "Ya no nos protegen, ahora nos ponen en peligro, su nueva labor… reventar actos pacíficos y convertirlos en violentos. Sólo para desprestigiar al movimiento 15-M", se decía en estas cartas llegadas a las redacciones, como la nuestra. El llamamiento final era que los periodistas "hagan su trabajo, sean objetivos, investiguen, contrasten y entonces publiquen", lo cual chocaba porque estas cartas llegaban indiscriminadamente, sin comprobar cuál era el tratamiento en cada medio de comunicación. También omitía este 'comunicado' no oficial que los medios fuimos parcialmente censurados en acampadas como la más popular de todos, la de Sol, en la capital del país. Los siguientes retos Pero lo realmente importante es que el movimiento 15-M, a lo largo de toda la geografía nacional, se dedicó ayer a intentar luchar contra la imagen violenta que determinados sectores políticos, mediáticos y sociales le está imprimiendo. Ya se les tacha de "kale borroka" y delincuentes y profesionales de la alteración del orden público, como ha hecho el ejecutivo catalán. Lo tienen complicado, pero, como decíamos desde el titular de esta información, cuentan con el visto bueno del ministro del Interior, vicepresidente, hombre fuerte del Gobierno y llamado a ser el sucesor de Zapatero: Alfredo Pérez Rubalcaba. El cántabro ha vuelto a reiterar su mensaje: tolerancia con los pacíficos, firmeza contra los violentos. Pero ese mensaje no les basta a los partidos de la oposición, del centro-derecha, se entiende.  CiU exige más firmeza y sus acciones en Cataluña pasan por la represión de cualquier intento de nuevo boicot a la democracia, tras lo sucedido en el Parlament. El PP también le pide firmeza a Rubalcaba, quien conocedor de la mala imagen que le otorgaría una acción general contra los 'indignados', continúa a la espera. Ahora sólo queda saber hasta cuándo mantendrá esa postura y el coste político que le puede suponer si algún incidente grave sucede. El primer problema a partir de ahora está el domingo, en el 19-J. Están convocadas manifestaciones en todo el país para seguir exigiendo sus reivindicaciones popularizadas bajo el sello de la fecha inicial del movimiento, 15-M, 15 de mayo. Pero diversos informes hablan de posibles y graves alternaciones del orden público si los violentos se hacen con el control de la misma. - Lea también: El Govern desmiente que sus policías infiltrados incitaran a la violencia El movimiento 15-M supera a los partidos en la carrera de la web 2.0 Medios internacionales lamentan la violencia de los 'indignados' Un mes después del 15-M, los 'indignados' se vuelven violentos La expectativa de que gobierne Rajoy 'espanta' a los twiteros
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