Desde el gallo de la Almudena: El futuro político de Castilla y León

El 22 M, con su enorme castigo al socialismo zapaterista a la deriva, permite al Partido Popular seguir gobernando en Castilla y León sin ningún tipo de contrapeso o contrapoder porque la prensa que debería cumplir ese rol democrático no existe como tal en la región. Y menos ahora que hace imposible su supervivencia ante la caída espectacular de sus ingresos publicitarios que de facto impide su independencia en una sociedad libre. Pues bien, ahí está un jefe de ejecutivo castellano/leonés, escasamente carismático, de nuevo con todo el poder en sus manos y lo que es más inquietante de algunos de sus validos. El experimento de José Blanco colocando a un amigo leal y subordinado para tratar de arrebatar ese predio de la derecha al PP ha resultado un completo fiasco y, sin embargo, nadie se ha dado por aludido. Para ese viaje lo mejor es que Jesús Quijano, hombre cabal, generoso y nada sectario, continuara al frente del PSOE en Castilla y León. Al menos, estaría al frente de la socialdemocracia castellana un tipo enraizado en la tierra y con una honradez a prueba de señuelos. Ganar no es convencer La historia de los pueblos, la experiencia personal ya larga en este “chollo” de la observación política y la praxis diaria permite concluir que las victorias políticas democráticas no significan “ipso facto” justeza real ni aproximación a la bondad social. Ahí está, sin ir más lejos, la victoria de Rodríguez Zapatero el 9 de marzo del 2008. De modo y manera que las mesnadas populares de Castilla y León no deberían confundir valor y precio. Esto es que el hecho de que el PSOE esté hecho unos zorros y les permita deambular a sus anchas por este territorio no significa que sean tan grandiosos como algunos de sus dirigentes se creen. Y mucho menos para hacer de su capa un sayo.    El espíritu del 15M Tengo para mí que el único contrapoder que existe actualmente en España a la rampante clase política es ese Movimiento confuso, contradictorio y variopinto que representa el 15M. Por de pronto, y esto es ya muy notable, viene a traer algo de aire fresco entre la mugre que lucen, entre otras cosas, porque son en su mayoría gente excluida aunque tengan varios títulos universitarios colgados en sus habitaciones. Es al PP y a Mariano Rajoy al que se dirigen. El PSOE y su Gobierno lo dan por finiquitado. Se equivocaron los dirigentes del PP si consideran que se trata sólo de una anécdota. Son mucho más que una anécdota. Seguirán ahí mientras haya abuso político, corrupción, injusticias manifiestas. Y también en CyL, siempre tan escasamente dispuesta esta tierra a golpes de mano. Desgraciadamente. ¿Herrera en Madrid? Algunos de los que han leído un trabajo firmado por mí el pasado domingo en el diario EL MUNDO a propósito de los probables ministros de Rajoy me han llamado para interesarse acerca de la posibilidad de que Juan Vicente Herrera sea uno de esos miembros del próximo gobierno popular. Me remito a lo escrito en ese diario de tirada nacional. De entre los “barones” regionales que tienen posibilidad de sentarse en la mesa del consejo de ministros están el gallego Alberto Nuñez Feijóo, el murciano Valcárcel, el riojano Pedro Sanz y el burgalés Herrera. Lo de Alicia Sánchez-Camacho y el representante del PP vasco se da por añadidura. Graciano Palomo. Periodista.