Cortes: Un recorte espurio

Como les comentaba el otro día El Topillo, el Reglamento de las Cortes ha obligado a Óscar López a variar sus planes iniciales, viéndose obligado a asumir personalmente el cargo de portavoz de su grupo, función que compatibilizará con el de senador por la comunidad autónoma. Ello desplaza a Ana Redondo al puesto de portavoz adjunta.   Pero no acaban en el Reglamento los problemas del nuevo grupo parlamentario socialista. Sobre él se cierne también la amenaza de un recorte del número de procuradores ‘liberados’ y de las subvenciones que recibe cada grupo. Aunque dicho recorte pretende presentarse como una medida de austeridad, los socialistas sospechan que el verdadero propósito no es tanto el de procurar ese ahorro como el de restar medios al principal grupo de la oposición para ejercer su labor.   Las sospechas se basan en dos razones. La primera es que el grupo socialista sería el principal perjudicado por dichos recortes, que apenas afectarían al grupo popular (que “nada en la ambulancia”, que diría el personaje de Manquiña en ‘Airbag’) o al grupo mixto. La segunda es que el PP ha venido jugando con esa amenaza desde la etapa de Ángel Villalba, antes por tanto de que estallara la crisis.   Sumadas a las razones anteriores la insistencia de las terminales mediáticas del ‘ala oeste’ en que las Cortes den ejemplo de austeridad, los socialistas ya no tienen ninguna duda de por dónde vienen los tiros. “Cuantos menos medios disponga la oposición en las Cortes, más difícil lo tendrá para dar guerra a la Junta”. Este es, según ha reconocido a El Topillo un veterano procurador del PP, el verdadero objetivo -un tanto espurio- que subyace bajo ese pretendido recorte. Sea como fuere, con el PSOE se cumple aquello de que “a perro flaco…”.