Una ausencia sin justificación

En la toma de posesión del nuevo consistorio sevillano estaban casi todos los que tenían que estar, Mariano Rajoy, José Antonio Griñán, Javier Arenas, José Rodríguez de la Borbolla y los ex alcaldes Luis Uruñuela, Manuel del Valle y Soledad Becerril, incluso hicieron acto de presencia la duquesa de Alba, Curro Romero y Rafael Gordillo. Al único que se le echó en falta fue al ex alcalde hispalense hasta hace solo unos días, Alfredo Sánchez Monteseirín quien, según había anunciado con antelación, no asistiría al su relevo en la Alcaldía. Y así lo hizo. Todos sabemos que Monteseirín, que ha estado doce años al frente del consistorio y que recibió, incluso, elogios por parte de Juan Ignacio Zoido en su discurso de investidura, ha sido maltratado por su propio partido que le apartó de la candidatura por "falta de sintonía" con Griñán, colocando en su lugar a Juan Espadas y que, después de varios años de presidente de la Diputación y más de una década de alcalde, va a tener que solicitar de nuevo su plaza como médico del SAS ya que el PSOE no le ha otorgado ninguna de sus supuestas pretensiones de retirada a lo grande como era la Presidencia de Cartuja 93 o un puesto relevante en Europa. Pese a todo, la mínima cortesía democrática exigía que Monteseirín hubiese estado presente en su relevo por Zoido. No ha sido solo un desplante al PP y a su propio partido, al final, la más que destacada ausencia de Monteseirín en la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento hispalense ha sido un desplante a todos los sevillanos.