El miércoles no estaba para jugar y el domingo sí. ¿Lo entienden? Pues yo tampoco. Pero al margen de los líos que se llevan en el Barça con las apariciones, desapariciones y reapariciones de este Guadiana futbolero que es Eto’o, el caso es que el camerunés saltó sorpresivamente como titular en el Nou Camp ante un paupérrimo Athetic, que se mete de nuevo en puestos de descenso, y revolucionó al equipo.
Más allá de que marcara un gol y diera la asistencia a otro, el de Xavi, la influencia de Eto’o supera con amplitud lo estrictamente deportivo. La marcha que le pone es también de moral, de entrega, de hambre de victorias y títulos, ese hambre que parecen haber perdido algunos de sus compañeros, mayormente ‘el gordo’ Ronaldinho, que se contagió del camerunés y brindó un gran partido también, incluyendo algunas florituras barrocas y espectaculares. Las mismas que se le exigen en los encuentros decisivos, en los que hasta ahora el brasileño se ha escondido. A ver si guarda un par de ellas para Liverpool.
El caso es que con el miedo a ganar que de vez en cuando atenaza al Sevilla, que se conformó con el saldo de un solo punto en Getafe, el Barcelona salió favorecido y ya no comparte el liderato con los de Juande Ramos. Pero, conviene no olvidar que éstos aguardan a los azulgrana el próximo sábado en lo que va a ser un encuentro muy importante para el desenlace final del título liguero. Un título por el que pelean, a distancia, Valencia y Madrid. Los de Sánchez Flores dejaron escapar la victoria ante el colista Nastic en un despiste en el último minuto, algo impropio de ellos y se distancian seis puntos del Barcelona.
Los de Capello, que jugaron tan mal como siempre en lo que la parece una seña de identidad del italiano, tuvieron la suerte de cara en el Manzanares y pescaron un injutísimo punto ante el mejor Atlético de este año, pero que volvió a ser ‘El Pupas’. Porque por juego y oportunidades merecieron ganar con goleada de escándalo, pero… No sólo la diosa Fortuna se lo impidió, también un descaradísimo arbitraje de Daudén Ibáñez y sus auxiliares favorable al Madrid que nos hizo recordar los mejores tiempos del franquismo, cuando era el equipo del régimen. Ahora bien, los rojiblancos no deben olvidar tampoco que esta temporada han tenido otros arbitrajes que les ayudaron.
Destacar por último que la tragedia ronda cada vez más a los dos equipos vascos de Primera, que pueden dejar de serlo al término de la campaña. Bueno, uno, la Real Sociedad, que volvió a perder en casa, prácticamente ya no tiene escapatoria, como tampoco el Nastic, ambos a demasiados puntos de la salvación. Pero el Athletic, que con la llegada al banquillo de Mané, pareció mejorar, ha vuelto a caer ahí y, consiga o no salir, va a sufrir mucho hasta el final. De modo que de los equipos norteños, el único que marcha tranquilo y confiado es el Racing, que también pescó un punto en la ría de Vigo. Un punto que por cierto le vino muy bien al Celta para intercambiar su puesto con los ‘leones’ y salvarse del descenso por ahora.
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