17 años de prisión por prender fuego y matar a un vecino

La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a 17 años de prisión por un delito de asesinato al hombre acusado de golpear en la cabeza y prender fuego a un vecino de su finca de Torreperogil (Jaén).    En la sentencia, consultada por Europa Press, se especifica que de conformidad con el veredicto del Tribunal del Jurado que juzgó esta causa se le condena por un delito de asesinato con la concurrencia de las circunstancias atenuantes de confesión del hecho y de arrebato. Además, deberá indemnizar a la viuda en la cantidad de 120.000 euros y a cada uno de sus tres hijos con 20.000 euros.    Se da la circunstancia de que es la segunda vez que se juzga y condena a este hombre por estos mismos hechos toda vez que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló el veredicto anterior por el que en abril del año pasado Francisco R.R. fue condenado entonces a 15 años y un día de prisión por asesinato y ordenara a su vez la repetición del juicio. Afirmó, como sostenía el recurso de la acusación particular, que el veredicto no estaba mínimamente motivado en lo referente a la no apreciación de la concurrencia de ensañamiento.    Así las cosas, el juicio volvió a celebrarse bajo el procedimiento del Tribunal del Jurado con el resultado de que ha sido condenado a 17 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, privación de residir en Torreperogil durante diez años y prohibición de aproximarse a la viuda e hijos del fallecido por ese mismo periodo.    En la vista el procesado testificó que el día de los hechos, el 29 de mayo de 2008, se encontró con la víctima en su finca y que el fallecido comenzó a insultarle e incluso fue a por él con una azadilla, si bien él consiguió quitársela mientras la víctima decía que le iba a matar, según expuso.    El acusado expuso que antes de esa fecha habían tenido "muchos problemas de lindes y discusiones" y que tenían pendiente un litigio penal ya que supuestamente el fallecido había movido mojones de la finca del procesado apropiándose de parte de su terreno. En este sentido, indicó que "llevaba esperando el juicio mucho años" --lo tenían apenas un mes después tras haber puesto la denuncia en 2003--, lo que le provocó "ansiedad" y "un estado de malestar muy grandísimo".    Por eso, según añadió, cuando pudo quitarle la azadilla y su vecino salió corriendo, fue detrás de él y le dio "un golpe o dos" en la cabeza sin poder precisar con qué herramienta. "Cayó al suelo boca abajo, con los brazos estirados. No se movía", ha asegurado diciendo que lo creyó muerto.    A preguntas de la acusación y del ministerio fiscal sobre por qué después le roció con gasolina y le prendió fuego si creía que había fallecido, Francisco R.R. ha contestado recordar "muy remotamente" haberlo hecho sin saber, no obstante, el motivo. "Yo sentía mi cuerpo arder por los padecimientos que venía sufriendo; como un volcán que hubiera