La enseñanza de la Historia en Europa

El 1 de diciembre de 2009 entró en vigor el Tratado de Lisboa y comenzó una nueva andadura europea, llena de ilusión de futuro y de esperanza pragmática. La Unión Europea camina consolidada políticamente con sus 27 miembros y es probable que en reducido espacio de tiempo, pueda llegar a la treintena de países, “unidos en su diversidad”, como dice el mensaje comunitario. Como ciudadano europeo, quiero felicitar a los miembros de tres fundamentales instituciones europeas: El Parlamente Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión. Todos han demostrado una decidida voluntad política, han sabido negociar democráticamente y han logrado “convencer” de esta realidad geopolítica: que en el mundo globalizado de hoy, cada uno de los 27 Estados Miembros, actuando aisladamente en Política Internacional, no tienen peso específico ni liderazgo en la Relaciones Internacionales. En cambio, todos unidos en la UE sus actuaciones cuentan en el Mundo por ser una gran potencia, como ha indicado la Canciller Angela Merkel, que el lunes dos de noviembre de 2009 se dirigió al Congreso de los Estados Unidos, en nombre de Alemania y de la Unión Europea para agradecerles el apoyo prestado después de la Segunda Guerra Mundial y ofrecer una alianza fuerte con Europa. Lo expresó Robert Schuman en su Declaración de 9 de mayo de 1950, ante más de 200 periodistas, para junto a Jean Monnet (sentado a su derecha durante el discurso) presentar la que es considerada como la primera propuesta oficial para la construcción de una Europa integrada «Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania.» A pesar de la crisis económica y de los actuales acontecimientos en los países del Norte de África y especialmente en Libia se trata de mantener el criterio que expresó el Tratado de Lisboa: “En la actualidad, los miembros de la UE disfrutan de abundantes beneficios: un mercado libre con una divisa que facilita el comercio y lo hace más eficiente, la creación de millones de puestos de trabajo, la mejora de los derechos de los trabajadores, la libre circulación de personas y un medio ambiente más limpio”. ¿Cómo se debe enseñar la Historia de Europa? Pregunta que se presta a múltiples interpretaciones y variadas respuestas, por su trascendencia en la sociedad actual que valora la ciencia de la Historia, como narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados, o en un sentido más relacionado con nuestro tema como un conjunto de sucesos o hechos políticos, sociales, económicos y culturales, etc, acaecidos en la Unión Europea actual. Afortunadamente disponemos de un valioso antecedente. El 26 de octubre de 2004 fue elaborado el Manual Escolar Común de Historia de Europa y del Mundo después de 1945, que muestra su visión de la Europa actual. Y como se puede desarrollar el sentimiento de pertenecer a la Europa de nuestros días. Publicado el 26 de octubre de 2004, fue elaborado durante varios años por un comité científico, dirigido por Peter Geiss y Guillaume Le Quintrec, Su título fue: “Historia de Europa y el Mundo desde 1945”. Se trata de un manual de historia franco-alemán para los tres últimos cursos de bachillerato (jóvenes de 18 -19 años), en los programas que se encuentran en vigor en los dos países. Las referencias terminales son: L/ES/S - Klasse 12/13. Está editado en francés y en alemán. Es una experiencia de Cooperación Internacional sin antecedentes en Europa. Ha sido un trabajo de recíproca comprensión, de acercamiento y de reconciliación de los dos países, que ha hecho que su historia se haya convertido en un acontecimiento común. Semblanzas diferentes y de interacción han enriquecido la lectura de la historia de cada país en el ambiente europeo y mundial. Estas han sido las grandes líneas que han presidido la elaboración del manual. Los métodos didácticos que encierra su contenido le dan un valor añadido pedagógico y científico, llamado a hacer escuela en el futuro. Además, tiene el manual un deseo, ser un ante-proyecto para servir un día de fundamento de un Manual Escolar Común sobre Historia de Europa. Y ese día ha llegado, pronto tendrá fecha concreta de redacción y posterior publicación. Tras el buen resultado dado en estos siete años de uso, es lógico que la actual propuesta franco-alemana sea favorablemente acogida por todos los Estados, se empiece pronto a trabajar en el Manual Europeo de la Historia o como sea definido, se publique en el próximo decenio, y las nuevas generaciones de europeos tengan la misma visión de los grandes acontecimientos que ahora nos ha presentado el Manual “Historia de Europa y el Mundo desde 1945”: la II Guerra Mundial y sus consecuencias; el primer conflicto para Europa; la Guerra Fría (1945-1949); la confrontación Este-Oeste; el fin de los imperios coloniales; la Europa dividida por el “Telón de Acero” de la URSS con las democracias populares; la construcción europea (1945–1989); Europa en el mundo globalizado de 1989 a nuestros días; y las transformaciones técnicas, económicas, sociales y culturales desde 1945. En las primeras 230 páginas están incluidas las cuatro partes en que se divide el manual. La quinta parte tiene cuatro capítulos dedicados a la evolución política de Francia y Alemania de 1945 a nuestros días; a la Economía y Sociedad en Francia y Alemania desde 1945, destacando las fuertes convergencias; y la explicación de cómo pasaron Alemania y Francia de ser antiguos enemigos a compañeros, una pareja franco – alemana. Recordemos algunos jalones de esta reconciliación ejemplar, que el Manual presenta con dos significativas fotografías a media página: París bajo la ocupación alemana (1940), Hitler y los principales dirigentes nazis visitan la capital francesa con la Torre Eiffel al fondo; y en la foto de abajo, el presidente François Mitterrand y el canciller alemán Helmut Kohl, cogidos de la mano, rinden homenaje en Verdún, en 1984, a las victimas de las dos guerras mundiales. El presidente Charles De Gaulle y el canciller Konrad Adenauer firman el Tratado del Elíseo de Reconciliación, el 22 de enero de 1963. A la Cumbre franco-alemana de 1965, le sigue en 1989, el fin de la división de Alemania tras la caída del Muro y la desaparición de la “República Democrática Alemana” cuyo Ejército había sido el más eficiente de los integrados en el Pacto de Varsovia (14 de mayo de 1955) formado por Albania, Bulgaria, Hungría, Alemania, Polonia, Rumania, URSS y Checoslovaquia. La Asamblea Nacional francesa y el Parlamento Federal alemán en Versalles (2003) celebran el 40 aniversario de la firma del Tratado del Elíseo. El Parlamento franco-alemán de jóvenes en Berlín (enero 2003) facilitó el aprendizaje de las dos lenguas y la formación cultural y artística en el Centro de Cooperación Franco-Alemán. Estos antecedentes les permiten a los jóvenes franceses y alemanes de hoy, saber de dónde vienen, conocer el legado de sus abuelos, y pueden comprobar que el esfuerzo y sacrificio que realizaron ha dado sus frutos actuales y el bienestar que ahora ellos disfrutan. El futuro “Manual Escolar Común sobre Historia de Europa y del Mundo después de 1945”, contribuirá a desarrollar el sentimiento de pertenecer a la Europa de nuestros días. Cuando 500 millones de europeos sintamos que tenemos la suerte de sentir la doble nacionalidad de nuestro país de origen y seamos español y europeo, francés y europeo, etc., Europa estará más consolidada. Se trata de una consecuencia del Consejo de Ministros franco-alemán, celebrado en París el 4 de febrero de 2010. Pocos días después, el 11 de febrero, presentaron Francia y Alemania a la Cumbre informal del Consejo Europeo, 80 innovaciones o propuestas referidas a economía, finanzas y empleo; energía, clima y biodiversidad; política exterior y educación. El Parlamento Europeo, como representante del Pueblo Europeo, robustecido en sus misiones e influencia en la Unión Europea, tiene la oportunidad de impulsar la propuesta que realizaron Francia y Alemania de que el actual Manual Franco-alemán, sea ampliado a los 27 Estados Miembros. Parece una Utopía hoy, en un mañana cercano será una realidad y la Unión Europea se encontrará más consolidada en el apoyo de los ciudadanos. Fernando de Salas López Doctor en Ciencias de la Información Rector Honorífico de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI)