Málaga, Sevilla y Marbella, ciudades andaluzas con mayor pluralidad de confesiones religiosas

Málaga, Sevilla y Marbella son las ciudades andaluzas que registran un mayor pluralidad de confesiones religiosas, según las conclusiones de un estudio titulado 'Gestión del pluralismo religioso en el ámbito autonómico y local' publicado por el Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de la Presidencia de la Junta.    Dicho informe, elaborado por los investigadores María del Mar Martín y Pedro Sánchez Llavero, de la Universidad de Almería, y Miguel Rodríguez Blanco e Isabel Cano Ruiz, de la Universidad de Alcalá de Henares y al que ha tenido acceso Europa Press, realiza a lo largo de 24 páginas un análisis de la pluralidad religiosa centrado en las confesiones religiosas de carácter no católico (la mayoritaria en la sociedad andaluza) inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia y asentadas en los municipios andaluces con más de 50.000 habitantes.    Desde un punto de vista cuantitativo, la religión mayoritaria en Andalucía por número de fieles tras el catolicismo es el Islam, seguido de las Iglesias protestantes, de los Testigos cristianos de Jehová y de la Iglesia mormona. También aparecen registradas en Andalucía con un menor índice de practicantes otras confesiones como el Adventismo, el Judaísmo, el Hinduismo o el Bahaísmo.    Las conclusiones del estudio recuerdan en primer lugar que el modelo constitucional de relaciones entre poderes públicos y confesiones religiosas se basa "en los principios de libertad religiosa, no discriminación, laicidad y cooperación", de forma que los poderes públicos "no sólo deben respetar las opciones de los ciudadanos en materia religiosa, sino que deben adoptar medidas para garantizar un pleno, real y efectivo reconocimiento del derecho fundamental de libertad religiosa".    En este sentido, los autores defienden que "laicidad y aconfesionalidad del Estado no se pueden equiparar con impedir a todas las confesiones religiosas --tanto la 'mayoritaria' como las 'minoritarias'-- el ejercicio colectivo de sus derechos y libertades" y critica que "a veces se piensa que negando sistemáticamente las pretensiones y solicitudes de cualquier agente religioso se está salvaguardando la correcta aplicación de estos principios" cuando la propia Constitución establece que "el Estado cooperará con las confesiones religiosas, sin convertirse por ello en un Estado religioso o confesional". "MAYOR SENSIBILIZACIÓN"    Igualmente consideran que "sería interesante una mayor sensibilización por parte de las administraciones públicas en referencia a los colectivos confesionales" a través de "gestos de acercamiento" como la visita al lugar de culto o la asistencia a una ceremonia importante para la comunidad religiosa que contribuyan a la "normalización de las relaciones administración-entidades religiosas".    A su juicio, "el hecho religioso puede convertirse en un factor de cohesión social o en un motivo de ruptura y dispersión, dependiendo del enfoque que se le dé, en primer lugar --aunque no de manera exclusiva--, por parte de las administraciones del Estado", por lo que propone medidas como "dar respuesta, aunque sea negativa y con su respectiva motivación, a toda solicitud que provenga de una entidad religiosa" o como "evitar que se ralenticen los procesos administrativos y burocráticos por la simple razón de provenir de colectivos religiosos".    En la misma línea, los autores abogan por desarrollar "programas de sensibilización social de manera conjunta entre los poderes públicos y las confesiones religiosas, poniendo mayor énfasis en los aspectos positivos de las comunidades e iglesias, sin olvidar las valiosas aportaciones que realizan a la sociedad" con el objetivo de "contribuir a un cambio de percepción por parte de los ciudadanos en lo referente a la diversidad religiosa".