Desde el gallo de la Almudena: Pasión por Castilla y León

La pasada semana me topé en el hotel Wellington de Madrid con Tomás Villanueva, el todopoderoso vicepresidente de la Junta de CyL para las cuestiones económicas; iba acompañado de la viceconsejera, mujer esplendorosa, y venían, al parecer, de alguna negociación en las alturas. Villanueva es un dirigente político sensato, inteligente (para algunos inquietante) y que siempre se conduce como un tipo educado y pese a la cantidad de años que lleva ya en la mamandurria del poder es persona asequible. Algún día le explicaré personalmente los por qués llevaron a Juan José Lucas y a Jesús Merino, que entonces mandaba un montón, a preferir a Juan Vicente Herrera en la sustitución cuando el soriano puso rumbo al ministerio de la Presidencia en lo que fue un error monumental de su carrera política. Porque JJL será siempre el presidente del pueblo castellano y leonés, el presidente del surco. Bien. Yo siempre le he dicho a Tomás lo que pienso. Y, además, por corto y por derecho. Yo ni le debo mi puesto de trabajo ni favor alguno. - ¿Cómo van las cosas por mi tierra?, pregunté. - Razonablemente bien…contestó el vicepresidente. Los números cuadran... Nosotros somos gente seria. - Gente seria, desde luego que sois, Tomás, insistí. Pero os falta pasión….!!!!!! No creo que le gustara mucho mi percepción al que todo el mundo considera hombre fuerte de la Junta de Castilla y León. Pero es lo que pienso. Porque al margen de no robar, no malgastar el poco dinero de los sufridos castellanoleoneses, trabajar con precisión y justeza, hace falta ponerle pasión, entusiasmo, decisión y entrega. Dicho de otra forma, creer en la causa, al margen del usufructo del coche oficial, las sinecuras y prebendas inherentes a cualquier gobierno autónomo en España. La oposición Nunca he creído que un poder político constituido tenga que caminar sin oposición. Es malo para los intereses generales precisamente por la tendencia que tiene a levitar un poder absoluto como es el que disfruta el Partido Popular en esta tierra. En ocasiones, hasta es letal. No parece que Óscar López, el candidato del PSOE, el remedo de José Blanco, inquiete lo más mínimo a Juan Vicente Herrera y sus conmilitones. Esto es una desgracia para el pueblo castellano y para el pueblo leonés. Porque al final esos dirigentes que no viven como dicen pensar terminan pensando como viven. Esto es, cojonudamente. A nuestras expensas, of course. Graciano Palomo. Periodista.