¿Dónde metemos a Zapatero?

Bastaría con los dedos de una mano para contar los barones del PSOE que hubieran estado dispuestos a compartir con Zapatero confetis y papelillos de colores en Vistaalegre mientras atronaran , a toda pastilla, los bafles con los ceremoniales arreglos musicales de Vangelis. No son muchos los candidatos a alcaldes y a presidentes de autonomías que piensen que es augurio de victoria que el presidente del Gobierno levante su mano en el escenario para corresponder a las obligadas y fervorosas ovaciones de la militancia. Más bien hay muchos a los que les daría yuyu.

Seguramente esa es la letra pequeña que se esconde tras las sesudas meditaciones del comité electoral socialista. En el Stratego  del 22-M se van a enfrentar el empeño del  PSOE de regionalizar la campaña con el intento del PP de convertirlo en unas primarias de las generales. Los socialistas llevarán carteles y banderas con las sonrientes fotos de sus candidatos sin demasiadas referencias partidistas porque piensan  que los Barredas, Fernández Vara o los Hereu o Elorza les van a dar más votos que las siglas PSOE, identificadas, a nivel nacional, con la crisis y el paro. Los populares seguramente van a colocar más grandes que nunca sus dos letras en la cartelería junto a los también sonrientes candidatos. Y a ninguno de los fotografiados les va a amargar el abrazo con Rajoy donde sea: igual da si el mitin o la merendilla es en casa o se trata de un mitin nacional.

Todo lo contrario que con Zapatero. La mayoría de los que no querían compartir escenario con él en Vistaalegre tampoco le van a querer ver demasiado en su territorio. Porque saben que el mensaje del PP está escrito: “lo ven, son lo mismo que Zapatero: crisis económica, paro y despilfarro”. La batalla parece definida y sin sorpresas: sigla contra sigla, parece que gana;  candidato  frente a candidato, PSOE  gana posibilidades. El cruce de las dos variables en cada municipio y cada comunidad dará al ganador.

El PSOE acaba de reconocer que el espíritu renovador e innovador de Vistaalegre del  inicio de los 2000 ha muerto, no sirve para el 22M. Ahora además tiene que decidir qué hace con su líder, a lo mejor antes de que lo decida él: Ferraz, tenemos un problema, ¿dónde metemos a Zapatero?