El anuncio, hecho en víspera de la celebración del día de los Reyes Magos, de que la Ejecutiva del PSOE
suspendía de militancia a
Antoni Asunción y preparaba su expulsión del partido por tildar de ‘pucherazo’ las primarias en Valencia, a las que no pudo presentarse, se produjo…tres meses después de aquel incidente. Y coincidiendo, curiosamente, con la notificación del Juzgado número 11 de Valencia a la dirección socialista de que se había aceptado a trámite la denuncia interpuesta por Asunción por vulneración de sus derechos políticos fundamentales. Se trata, así, de un ‘contraataque’ en toda regla por parte de la Comisión de garantías del PSOE, dependiente de la Ejecutiva federal, ante la previsión de que, en una sentencia que podría producirse dentro de algunos meses, quizá coincidiendo con las vísperas de las elecciones autonómicas, el juez diese en todo o en parte la razón a las acusaciones vertidas por el ex ministro Asunción.
Antoni Asunción, que dimitió como ministro del Interior de
Felipe González tras la fuga del director general de la Guardia Civil
Luis Roldán, abandonó el pasado verano su silencio político de años al anunciar que se proponía concurrir a las elecciones primarias para la candidatura socialista a la presidencia de la Generalitat valenciana, frente al oficialista
Jorge Alarte. Teóricamente, Asunción no llegaría a conseguir los avales suficientes como para que tuviesen lugar esas primarias, pero él denunció manipulaciones e irregularidades, que llevó hasta el Juzgado. La admisión a trámite de esa denuncia es la que, aparentemente, ha puesto en marcha la maquinaria sancionadora del PSOE, en medio de un clima de inestabilidad en el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), cuyo candidato socialista a la alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, amagó con dimitir hace dos días por los altercados y diferencias de criterio en la preparación de la campaña electoral.
Hasta el momento, al menos tres funcionarios del PSPV han sido despedidos por apoyar la candidatura de Asunción, y tres agrupaciones ‘asuncionistas’, las de Manises, Alcudia y Alginet, han sido disueltas, aparentemente por las mismas razones.
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