De México a Madrid, de Nueva York a Sídney, de París a Roma, de Londres a Moscú, de Rio a Buenos Aires... se celebra el gran inicio de la II década del siglo XXI

En la actualidad, la celebración de Año Nuevo es una de las principales celebraciones en el mundo. De México a Madrid, de Nueva York a Sídney, de París a Roma, de Londres a Moscú y de Rio a Buenos Aires, entre otras grandes capitales del mundo,  se celebra con júbilo y conforme a las tradiciones nacionales y regionales de cada país regido por el calendario gregoriano, el año nuevo, y en este caso, el gran inicio de la II década del siglo XXI.

Grandes eventos se realizan en las principales ciudades del mundo durante la Nochevieja (víspera del Año Nuevo correspondiente al 31 de diciembre), siendo acompañadas con los más diversos eventos de pirotecnia, brindis, degustación de alimentos regionales e internacionales y rituales propios del mundo pagano, tal es sacar maletas para viajar; brincar y agitarse los bolsillos para que no falte el dinero; vestir prendas de color rojo “para llamar al amor”, y por supuesto comer las 12 uvas minuto a minuto del nuevo año con diversos deseos que se cumplirán los próximos doce meses.

Algunos de los eventos más grandes del mundo se centran en Sídney, Nueva York, Madrid, París, Roma, Berlín, Valparaíso, Hong Kong, Londres, Moscú, São Paulo y Río de Janeiro, Bogotá, Caracas, Buenos Aires, Miami, La Paz, Panamá, Santiago, etc. etc.

En la cultura de Hispanoamérica existe una gran variedad de tradiciones y supersticiones para estas fechas, como forma de augurios para el año entrante. El descorchar una botella de champán  o sidra a las 00:00 horas del 1 de enero se mantiene como todo un símbolo de celebración del Año Nuevo.

En México la tradición de celebrar el año nuevo data de la época virreinal y va acompañada de la preparación de una cena en donde de Sonora a Yucatán y del Golfo al Pacifico, se combinan los ingredientes de la cocina originaria, con los traídos por los hispanos durante su llegada a nuestro país.

Dependiendo de los ingresos, es el tipo de celebración que se tiene en México y que va desde cenas en renombrados restaurantes de la Ciudad de México, en la zona de Polanco, tal es el caso del Au Pied de Cochon, en el Hotel Presidente Intercontinental, el Biko, dirigido atinadamente por el afamado chef español Mikel Alonso, hasta muy dignos banquetes caseros en los diferentes barrios de todo el país, en donde lo mismo se come guajolote relleno, bacalao, romeritos, pozole, pierna al horno, ponches, pastas, confites y canelones, para aquellos que son muy glotones y también para quienes moderados en la ingesta de sus alimentos, no sufren los estragos de los excesos de esta temporada.

Aunado a lo anterior, están las celebraciones que se realizan en las plazas públicas, tal será en caso en el Distrito Federal este 31 de diciembre, con la presentación del cantante Joan Sebastian y el “Grupo Cañaveral” en el  renovado Monumento a la Revolución,  acondicionado para 40 mil espectadores, con todas las garantías policiales que les proporcionará la Secretaría de Seguridad Pública que dirige el doctor Manuel Mondragón y Kalb y el apoyo de la Procuraduría General de Justicia del DF, a cargo del abogado de la ciudad de México, Miguel Mancera.

Se espera que en México este 31 de diciembre y el inicio del 2011 y de la II década del siglo XXI, sea una memorable fiesta, lo mismo en el Estado de México, la entidad más importante de nuestro país, que gobierna Enrique Peña Nieto, que en Nuevo León, a cargo de Rodrigo Medina, Hidalgo en donde gobierna Miguel Osorio Chong, Tlaxcala que dirigirá Mariano González Zarur, Guanajuato, con Juan Manuel Oliva, en Veracruz, a cargo de Javier Duarte, etc.

En Sídney se lanzaron a medianoche más de 80.000 fuegos de artificio ante más de un millón y medio de asistentes, y es una de las  fiestas más vistas en televisión a nivel mundial.

Nueva York tuvo una celebración que se concentró en torno a una gran bola de cristal que desciende sobre una multitud en Times Square, y es por cierto la fiesta con mayor número de asistentes, más de tres millones de personas. Además, gran parte de las discotecas realizan fiestas para celebrar la llegada del nuevo año.

En Valparaíso recibieron a más de dos millones de visitantes para presenciar la pirotecnia más extensa en escenario natural a lo largo de 30 kilómetros de fuegos de artificio sobre toda la bahía, desde Laguna Verde, al sur de Valparaíso, hasta Concón, en un espectáculo que dura más allá de los 25 minutos.

La fiesta de Año Nuevo está íntimamente relacionada con la celebración de Nochebuena, Navidad y Hannukah. Debido a la cercanía entre todas estas fiestas, en gran parte del mundo se considera a la última semana del año como inicio del período de vacaciones, ya sea de invierno (en el Hemisferio Norte) o de verano (en el Hemisferio Sur).

En los países regidos por el calendario gregoriano, el Año Nuevo se festeja el 1 de enero, fecha que se considera no laboral en muchos de ellos.

Tradicionalmente, el calendario romano comenzaba el primer día del mes de marzo. Sin embargo, era en el mes de enero (el undécimo mes) cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno. Julio César, en el año 47 a. C., modificó el sistema, y creó el calendario juliano que, con algunas modificaciones realizadas en tiempos del cónsul Marco Antonio en 44 a. C., el emperador Augusto César en 8 a. C. y finalmente por el papa Gregorio XIII en 1582, se utiliza hasta hoy. En éste el año comienza el día 1 de enero. Posteriormente, el calendario gregoriano mantuvo la costumbre, y la celebración se caracterizó con un significado religioso durante la Edad Media y los siglos posteriores.

Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo durante el siglo XX, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal, incluso en países con sus propias celebraciones de Año Nuevo, como es el caso de China. Y ahora estamos de fiesta con el inicio de este nuevo año 2011 ya ubicados en la II década del siglo XXI.