ENTREVISTA A DANIEL BUENO, SECRETARIO GENERAL DE CCOO EN MURCIA
"Nuestro Gobierno actúa a toque de silbato de mercados e instituciones internacionales"
-¿Qué representatividad tiene CCOO en la Región de Murcia? ¿Podrá indicar el número de afiliados?
-CCOO cuenta con más de 32.000 afiliados y afiliadas en la región, así como con más de 3.500 representantes elegidos en los procesos electorales en las empresas. Ello nos confiere una representatividad que oscila entre el 35% y el 40%, ya que la representatividad se mide en un cómputo dinámico.
-Con la propuesta sobre la mesa: congelación de Oferta Pública de Empleo y la amortización de 200 plazas en la Administración Regional ¿Se compromete la prestación de los servicios públicos esenciales: sanidad, servicios sociales, educación...?
-Espero que no, y que esa amortización responda a vacantes que no se ocupan y que no son necesarias. Pero habría que abordar ofertas de empleo público para rebajar el empleo temporal y consolidar los servicios públicos. Lo que pone en riesgo los servicios públicos esenciales son las políticas de privatización, esa idea falsa de que lo privado es eficaz y lo público es un despilfarro. Que hagan estas afirmaciones responsables políticos encargados de gobernar lo público es la verdadera amenaza.
-¿Hay recursos suficientes para garantizar la prestación y la calidad de los servicios?
-Hay recursos, en estos momentos más insuficientes que en otros, pero deben ser empleados con mayor eficacia y racionalidad. No quiero pensar que se gestione mal lo público para dar entrada al sector privado en muchas áreas, pero esto está pasando, con un alto grado de consentimiento ciudadano. Debemos valorar lo que tenemos, y ahora que los servicios públicos están más amenazados por la crisis, hay que defender con fuerza lo que hemos construido en treinta y cinco años de democracia.
-El desplome de la actividad inmobiliaria y de la construcción en general ha tenido sobre el mercado de trabajo una caída intensa de empleo en Murcia ¿Cuales son a su juicio las medidas de reactivación de la economía que permitan la creación y consolidación de empleo en la Región de Murcia?
-Hay que reorientar nuestra estructura productiva, potenciando y mejorando aquello que hacemos bien, y desterrando la idea de que la construcción sea la locomotora de nuestra economía. Eso significa: potenciar la innovación; mejorar la calidad de los servicios y el turismo, que no sólo puede ser de sol y playa; fortalecer nuestra posición en áreas como tecnologías de riego y eficiencia de uso del agua, así como en industrias que aportan valor añadido; y todo ello, con mayor cualificación de los trabajadores y trabajadoras.
El camino para promover ese cambio no se puede recorrer en poco tiempo, pero si no empezamos a dar pasos y a orientar todos los esfuerzos en la misma dirección, será imposible realizarlo. Por ello es lamentable la paralización de inversiones que tanto desde el Gobierno central como desde el Autonómico se está produciendo, con la obsesión de control del déficit público por encima de las preocupaciones de generar empleo y actividad económica.
-¿Cree que es recuperable el sector productivo perdido por la crisis en la Región de Murcia?
-No en las mismas condiciones en que estábamos. Es más, no sería deseable que la recuperación económica se diera sobre la base de un nuevo tirón del sector inmobiliario y de trabajos e industrias poco productivos. Debemos aprovechar la crisis para enfocar un cambio necesario, un cambio para mejor, de progreso, de calidad de vida, de menor temporalidad.
-Las duras medidas de ajuste fiscal y reformas que está llevando a cabo el Gobierno ¿Cree que son producto de las circunstancias económicas que la Unión Europea está imponiendo?
-La Unión Europea está jugando un papel pernicioso para los trabajadores y trabajadoras de toda Europa, inspirando los recortes sociales y laborales que se producen básicamente en el sur europeo, que es el más azotado por la crisis en términos de empleo y de debilidad de la deuda pública. Pero quienes aplican las políticas, y tienen capacidad de decidir las que les dictan o enfrentar otras estrategias, son los gobiernos. "Nuestro Gobierno actúa a toque de silbato de mercados e instituciones internacionales, cuando tenemos un 20% de paro y serios problemas para iniciar la recuperación de la actividad económica".
Es una inmensa paradoja que el país que, por su falta de regulación, sus bajos impuestos, y el poco peso del estado respecto al sector privado, Irlanda, modelo de liberalismo, sea rescatado por la Unión Europea. Recordemos además que Irlanda, en dos ocasiones, bloqueo la tramitación del Tratado Constitucional de la Unión Europea, impidiendo políticas de armonización fiscal y de cohesión social.
-Se ha generado un creciente descontento de la población que está llevando a un aumento de protestas y movilizaciones. ¿Cree usted que es debido a la ineficacia estructural en la gestión pública a distintos niveles?
-Creo que es debido a la falta de identificación de la ciudadanía con lo que hacen los gobiernos. Cuando se busca sólo el aplauso de los poderosos, menospreciando la opinión de los débiles, es difícil que la mayoría, los trabajadores y trabajadoras, los pensionistas, la gente joven, tenga confianza en quienes nos gobierna.
-Globalización y obsesión por la competitividad económica planetaria nos lleva a rivalizar con países en vías de desarrollo con bajos sueldos y ausencia de protección social, ¿No cree usted que ha habido cierto engaño con este tipo de políticas globalizadoras que priorizan la productividad por encima del bienestar social?
-Hemos construido el bienestar de los países ricos sobre la base de que los países que están por debajo de nosotros nunca deben llegar a nuestra altura. Es absolutamente cruel, y esa visión hipócrita del desarrollo económico y democrático del mundo lo observamos todos los días. Se hacen declaraciones grandilocuentes, como los objetivos marcados en la Cumbre del Milenio de la ONU, que después incumplen sistemáticamente las grandes potencias desarrolladas. Y en lo económico, el FMI ha abierto las puertas a los capitales en muchos países sin importarle el mantenimiento de estructuras corruptas de poder y de gestión pública. Nadie le ha pedido responsabilidades a este organismo por los millones de personas que ha sumido en la pobreza, el desempleo y la desesperanza.
-Al Gobierno Regional se le auguran buenas expectativas de voto para las próximas elecciones regionales ¿quizá sea la percepción de que la crisis en Murcia es una prolongación de la crisis general, con exclusiva responsabilidad del gobierno de la nación?
-La crisis es responsabilidad, en primer lugar, de quienes han gobernado, sea en Murcia o en Madrid. Y en nuestra región lo estamos pasando mal: somos el sur del sur de Europa. Si el PP mantiene buenas expectativas, será porque los ciudadanos no perciben proyectos alternativos al existente. Yo creo que hay que poner encima de la mesa alternativas, generar una conciencia de que es necesario un cambio de orientación de nuestra región.
-¿Cómo valora la situación financiera de la Comunidad de Murcia?
-Muy complicada, indudablemente. Y sin capacidad de reacción en política fiscal, en eso actúan igual el Gobierno regional y el central: cuando había dinero si supieron a quien hacer rebajas fiscales, fundamentalmente a las rentas más altas, pero ahora que hay que apretarse el cinturón y generar más financiación, a ninguno se les ocurre desandar los regalos fiscales realizados antaño. Hay que hablar de fiscalidad no pensando en los votos sino en las personas.
-¿Qué cree usted que tenía que haber hecho el Gobierno Regional y no ha hecho en cuanto a la crisis que afecta a Murcia?
-El Gobierno permitió un desarrollo del sector inmobiliario en la región muy por encima de lo que aconsejaba la prudencia y la razón. En el desmedido crecimiento del sector se encuentra la causa de que ahora la crisis sea más profunda en nuestra región que en otras. Por otro lado, las estrategias trazadas para el desarrollo regional, a través del Plan Estratégico, no se llevaron a cabo con eficacia y en los plazos previstos, porque se vivía en un cierto estado de “frenesí” económico. No se aprovechó el momento para acortar la distancia que nos separa de las regiones más desarrolladas, no con la suficiente intensidad.
-El Gobierno Central ha puesto fecha: “aprobará la reforma del sistema de pensiones el próximo 28 de enero” ¿Qué expectativas tiene usted respecto a las negociaciones previas que se llevarán a cabo con los agentes sociales?
-Muy malas. Primero, porque la fecha suena a ultimátum. En segundo lugar, porque se insiste en que se alargará la edad de jubilación haya o no haya acuerdo, y con nosotros seguro que no habrá acuerdo. Y, por último, porque hace sólo dos semanas el Ministro de Trabajo ponía un plazo hasta marzo, y por las presiones de los mercados se apresuraron a marcar el 28 de enero. El Presidente Zapatero empieza a parecerse al gallo de la veleta, que mira allá donde le indica el viento, no su compromiso con los ciudadanos.
-El Gobierno Central también quiere retrasar en dos años la edad legal de jubilación. ¿Cree usted que se llevará a cabo el retraso en la edad y entonces la jubilación se situaría en los 67 años?
-Espero que el Gobierno no esté tan condicionado por influencias externas como para no atender la voluntad de la sociedad española. Es injusto alargar la edad de jubilación, y tiene un efecto perverso, pues dificultará la incorporación de las personas jóvenes al mercado de trabajo, cuando están padeciendo en la actualidad una tasa de paro del 40%. El problema de nuestro país no es que se tenga que trabajar un año o dos más, el problema real es que no hay trabajo, se sigue destruyendo empleo, y ello afecta a los impuestos y a las cotizaciones. La solución es incentivar la creación de empleo, no facilitar la destrucción, como ha hecho el gobierno con la reforma laboral.
Por otro lado, elevar la edad de jubilación no significa que la gente vaya a trabajar más: cuando se están ajustando plantillas con jubilaciones incentivadas por las grandes empresas de nuestro país a los 52 años, ¿alguien piensa que alargar la edad de jubilación producirá un efecto directo sobre los años que se trabajan? Lo único que se persigue es que al jubilarse más o menos a la misma edad, las pensiones sean menores, y se abra paso a los fondos de capitalización privada.
-Hace unos días, Fernández Toxo, en declaraciones a los medios de comunicación manifestó: “Es absolutamente innecesario retrasar la edad de jubilación” y añadía una fórmula: “Combinación de la jubilación anticipada con el retraso “flexible” de la edad de retiro” ¿Está de acuerdo con este planteamiento?
-Absolutamente. Si alguien tiene una ocupación que le permite, por decisión propia, seguir trabajando, creo que se puede incentivar más allá de los 65 años. Ya se hace, pero de forma muy parcial. Por otro lado, la jubilación anticipada es un mecanismo de ajuste flexible, en función del tipo de trabajo, que permite a los trabajadores anticipar su jubilación aún percibiendo menor importe que si se mantuviera hasta los 65 años.
-Otra de las medidas planteadas es la de ampliar los años trabajados que se tienen en cuenta en el cómputo para el cálculo de la prestación a recibir ¿No provocaría este planteamiento un descenso de las mismas?
-Si el planteamiento de ampliar los años de cómputo para calcular el importe final busca un descenso generalizado de las pensiones, es un grave error. Sólo tendría sentido una medida de esa naturaleza desde una concepción de mejorar la correspondencia de las pensiones con las cotizaciones, nunca de rebaja de las cuantías a percibir.
-¿Cómo contempla la situación económica del Servicio Murciano de Salud?
-Es una situación delicada, pero lo peor es que da la sensación de que no se hacen suficientes esfuerzos por parte de la administración para controlar el exceso de gasto que parece observarse en algunas partidas.
-¿Qué opinión le merece el coste que supone la televisión regional para las arcas regionales?
-Desde el principio opiné que era un proyecto de elevado coste en relación con la rentabilidad social y la repercusión. El modelo de gestión elegido, además, contribuye a que se obtengan importantes beneficios mientras que los trabajadores y trabajadoras siguen sin disponer de un convenio colectivo digno. Es incomprensible.
-Considera acertado el proyecto del aeropuerto de Corvera?
-Es un esfuerzo con mucho coste económico y gran incertidumbre sobre su rentabilidad futura. No dudo que pueda tener un impacto positivo, pero en su día había más opciones que no se tuvieron en cuenta. Ahora lo que tenemos es un problema, porque el cambio de ciclo económico ha tenido lugar cuando apenas se había iniciado la construcción del aeropuerto, y las expectativas de futuro tampoco son hoy tan halagüeñas como se planteaban antes de su construcción.
-¿Cómo calificaría las relaciones entre su sindicato y el Gobierno Regional?
-Son unas relaciones de permanente diálogo, desde el respeto de posiciones que en muchos casos no son coincidentes, y han dado lugar a importantes puntos de coincidencia en momentos clave. Siempre he pensado que con la misma convicción que se alcanzan acuerdos se puede mantener una crítica constructiva de la actuación del Gobierno.
-¿Qué le sugiere la frase?: "No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla"
-La comparto plenamente y la intento practicar. El debate, la puesta en escena de distintas posturas y análisis, siempre enriquece. Como decía en una entrevista al Sub-Comandante Marcos, “gobernar es saber escuchar”. Quien no acepta otras opiniones y otras propuestas, está condenado al fracaso en cualquier tarea que emprenda.
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