Anchoa por aquí, anchoa por allá,
Miguel Ángel Revilla, el presidente de Cantabria, se ha convertido en un personaje popular en toda España. Su presencia no pasa inadvertida por donde quiera que vaya y lógicamente Burgos no iba a ser una excepción. El acto público que protagonizará esta tarde ha despertado una expectación inusitada en estos tiempos de creciente indeferencia ciudadana hacia cualquier convocatoria política.
Revilla no acude a la capital burgalesa en su condición institucional de presidente de la comunidad vecina, sino como secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), y lo hace respondiendo a una invitación del Partido de Castilla y León (PCAL), la formación política heredera de la antigua 'Tierra Comunera'. Los organizadores esperan un lleno hasta la bandera en la sala capitular del Monasterio de San Juan, donde el político cántabro va a pronunciar una conferencia bajo el título “Beneficios mutuos de intensificar las relaciones entre Cantabria y Castilla y León”.
Teniendo en cuenta que Revilla se caracteriza por no tener pelos en la lengua, el título de su intervención promete. Sobre todo considerando que las relaciones entre el gobierno que preside y el de Castilla y León nunca han sido lo que se dice fluidas. Los desencuentros entre ambos gobiernos han sido públicos y notorios. Sin duda, la indisimulada animadversión que suscita el presidente de Cantabria entre los dirigentes del PP se ha dejado de sentir en nuestra relación bilateral. Esperemos que su incursión hoy en territorio Herrera no empeore todavía mas las cosas.
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