La polémica llegada del "céntimo sanitario"

La previsión del "céntimo sanitario" en los presupuestos autonómicos presentados por el Gobierno Regional, que en diversas ocasiones anteriores negó la implantación de este recurso fiscal, representa una importante polémica en nuestra Comunidad, por la negativa del sector del transporte y de algunas asociaciones de consumidores a su implantación, e incluso por la anunciada estrategia de IU de hacer provisión del mismo mediante otros sujetos tributarios.

Lo cierto es que el estado financiero de la sanidad regional demanda soluciones urgentes para su mantenimiento y sostenibilidad como servicio público gratuito para los usuarios, pero que en realidad todo el mundo sabe que no tiene nada de gratuito, ya que la medicación, los procesos de intervención sanitaria, las técnicas de exploratorias de diagnóstico y el mantenimiento de una red pública de centros sanitarios de primer orden no se mantienen con el aire, requieren la previsión de importantes recursos económicos, que bien llega por la vía de los impuestos, bien por la vía del copago del acto y proceso médico –fórmula que por sus cuantías se suele combinar con la fiscal-.

No puede seguir arrastrándose una deuda que se ha hecho prácticamente crónica en nuestra sanidad, en la que los reproches al gobierno central y las descargas de éste en el gobierno autonómico, no sólo no solucionan el problema sino que lo agravan a falta de solución eficaz, generando importantes cuantías crediticias pendientes de pago con sus consiguientes intereses, que hace que escasamente se pueda ahorrar dado el incremento de costes que suponen los gastos financieros de la deuda. Además de repercutir inconveniente e injustamente ese colapso financiero a las empresas proveedoras de nuestra sanidad autonómica, algunas de las cuales tienen demorados sus cobros hasta dos años; hecho insostenible para muchas de ellas especialmente en este tiempo de crisis económica que llega a comprometer la viabilidad de las mismas.

Por consiguiente, que resulta una financiación real del sistema sanitario público es algo que casi ningún ciudadano pondría en duda, pues probablemente muchos de ellos le darían prioridad ante proyectos públicos de inversión o gasto como el del Aeropuerto, la televisión regional, la alta velocidad ferroviaria, o la lista infinitesimal de proyectos subvencionados por las arcas públicas regionales entre las que habría que contar empresas y sociedades deportivas cuya actividad del ocio puede ser relegada ante la menos prescindible actividad sanitaria pública.

Cuestión distinta es si este ingreso fiscal finalista para el mantenimiento de la sanidad regional, será suficiente, que probablemente no lo sea, dada la magnitud mareante de los grandes números. Por cuyo motivo se hacen necesarias otras actuaciones como una mejor gestión, un mayor control del gasto público del sector, impidiendo excesos y descontrol en los gastos.

En cualquier caso, parece evidente que la negativa a la subida de impuestos que manifestaba el PP en otro momento, ha quedado probablemente para otros tiempos.