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El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, vetó hoy la ley aprobada el pasado 5 de octubre por el Parlamento de este país, por medio de la cual se restituía el indulto presidencial para las personas condenadas a pena de muerte.
"Este Gobierno considera que la pena de muerte no contribuye a mejorar la situación de seguridad en el país", dijo Colom durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura, donde hizo el anuncio de su decisión.
El Parlamento guatemalteco aprobó el 5 de octubre, por vía de "urgencia nacional", la restitución al presidente de la potestad de otorgar o negar el perdón a los reos que sean condenados a morir por inyección letal.
Tras esa aprobación, el jefe de Estado de Guatemala ya había señalado su rechazo al indulto presidencial, una figura legal considerada como un paso que abre la puerta para reactivar la pena de muerte en este país, en suspenso desde el año 2000.
Su Administración socialdemócrata, añadió hoy Colom, no es partícipe de la pena de muerte y la normativa vetada "viola" varios artículos de la Constitución del país, precisó.
La ley vetada, que debería cobrar vigencia a partir del 15 de enero de 2012, un día después de que Colom entregue el poder, establecía que los reos condenados a la pena capital tendrían un plazo de 30 días para solicitar el indulto presidencial una vez quede firme la sentencia.
El acuerdo gubernativo por medio del cual el presidente vetó la ley señala que la normativa constituye "un viraje de retroceso a la tendencia de abolición de la pena de muerte" a nivel mundial.
Esta es la segunda vez durante su mandato que Colom veta una ley similar, con lo que ha logrado detener la reactivación de la pena capital en este país centroamericano, cuya aplicación está en suspenso desde el año 2000 debido al "vacío legal" que significa la falta de una definición sobre el indulto presidencial.
En marzo de 2008, el mandatario vetó una ley aprobada por el Parlamento por medio de la cual se había restituido el indulto presidencial, por considerar que la misma violaba el derecho a la vida garantizada en la Constitución.
En la actualidad hay 41 reos condenados a muerte en Guatemala, por delitos de asesinato, ejecución extrajudicial y secuestro, entre otros.
Guatemala, Cuba y Estados Unidos son los únicos países del continente americano que contemplan la pena de muerte.
Amnistía Internacional (AI) había instado a Colom a que no restituyera la pena capital, al argumentar que la única manera de poner fin a la violencia es zanjando la impunidad con la creación en el país de un sistema de justicia fiable que respete los derechos fundamentales.
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