Espadas, cuya gestión al frente de la Consejería de Vivienda, ha sido tildada como buena, tiene en contra dos hándicaps, el primero el casi total desconocimiento que los sevillanos tienen de su figura, y el segundo sus primeras declaraciones certificando que su gestión en el Ayuntamiento pretende ser una mera “herencia” de lo llevado a cabo estos últimos años por
Sánchez Monteseirín, algo que según las encuestas, los votantes rechazan de plano....
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