red.diariocritico.com

Opinión

Julio Aparicio, un artista con mala suerte en Madrid

Julio Aparicio, un artista con mala suerte en Madrid

Las dos caras de la religión laica, olorosa y flamígera que es la Fiesta de los toros se manifestaron en el sacrosanto altar de Las Ventas en el festejo del viernes de forma desigual. Porque el peso de la tragedia, que recayó en el tremebundo cornalón de Julio Aparicio, del que afortunadamente se va recuperando aunque le resta un largo periodo de rehabilitación, es mucho mayor que el éxito de Morante y El Cid, que, cada uno a su estilo, barroco y compulsivo el de la Puebla, ortodoxo y clásico Manuel Jesús, nos sacaron un poco del sabor agrio del percance de su compañero de terna.

 Y es que parece que los hados del destino se han cebado últimamente en una de sus plazas favoritas, en 'su' Madrid -donde hace exactamente 16 años confirmó alternativa con una faena, a 'Cañego', de Alcurrucén, que ya está en los anales de la cátedra venteña y de la tauromaquia-. Porque, tras varios años de espesor, oscuridad y retiradas, este sevillano hijo de otro Julio Aparicio -figura en los cincuenta y sesenta aunque de corte diferente, más bien valeroso y lidiador- y de Maleni, que le aportó el embrujo gitano, fue corneado gravemente en 2008 en su reaparición en Madrid, costándole muchos festejos. Y el mal juego del lote que lidió en 2009 le impidió ni siquiera cascabelear su toreo de cante hondo. Ahora, tras una sensacional actuación 24 horas antes en Nimes, salida a hombros incluida, se jugaba mucho, sobre todo en contratos y honorarios para el resto de la campaña actual en su vuelta a San Isidro. Y otra vez la diosa Fortuna se olvidó de él.

 Pero, más allá de esta historia de percances -ha sufrido muchos otros-, lo que nadie puede quitarle a este singular sacerdote de la Fiesta es su peculiar toreo artista, la esperanza con que se va siempre a verle, aunque por su irregularidad haya protagonizado también muchos petardos. Una esperanza mayor y mejor -quizás junto a Morante y José Tomás, también caído en combate recientemente y ¡ay, ausente de San Isidro!- que cuando se anuncian muchas figuras, figuritas o figurones reyes del aburrido pegapasismo y olé. En cualquier caso, deseamos que el más que sacerdote, el alto ministro cercano a Sumo Sacerdote -otras veces en los infiernos- que es Aparicio pueda volver a los ruedos para estremecernos las fibras sensibles: pero con su toreo, no con las cornadas, que ya ha cubierto de sobra su tributo de sangre. Ánimo, torerazo. 

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })