El Pleno del Tribunal Constitucional no llegó a votar el texto de
Jiménez, pues el magistrado optó por retirarlo ante la falta de apoyo mostrado por la gran mayoría de sus compañeros. Su borrador preveía la declaración de inconstitucionalidad de una veintena de preceptos y la interpretación de otros tantos, además de criticar duramente el empleo del término "nación" en el Preámbulo de la norma.
Así, finalmente será
Casas la que asuma una nueva redacción del texto con el fin de desatascar la situación creada tras el fracaso de los ponentes anteriores. El primer borrador, que fue elaborado por
Elisa Pérez-Vera, integrante del denominado "sector progresista", fue tumbado el pasado 16 de abril por seis votos contra cuatro pese a sufrir hasta cuatro modificaciones desde su redacción inicial, mientras que el segundo ni siquiera ha sido sometido formalmente a consideración.
Aunque el Pleno se reunió a las 11.00 horas, no fue hasta las 13.15 cuando comenzó a tratarse el último borrador de sentencia, ya que la sesión no era monográfica e incluía otros asuntos en su orden del día, uno de ellos referido a la paralización de las obras en el barrio del Cabanyal en Valencia, que fueron los primeros en discutirse. Sin contar la pausa de la comida, la discusión total ha alcanzado apenas las cuatro horas de duración.
El texto que los magistrados tenían hoy sobre la mesa había sido redactado durante el último mes por el vicepresidente y su contenido era notablemente más restrictivo con los preceptos incluidos en la norma catalana que el que fue rechazado hace apenas un mes con el voto de los magistrados más conservadores.
Fuerte división
La fuerte división en bloques de los diez magistrados que discuten sobre el Estatut --queda fuera
Pablo Pérez-Tremps, recurrido por el PP, y hay una plaza vacante tras el fallecimiento de
Roberto García Calvo--, permitía pronosticar una gran dificultad para alcanzar un acuerdo que pusiera fin a la tortuosa evolución que el recurso del PP ha tenido en el tribunal de garantías.
Jiménez fue el candidato de consenso entre los dos grupos mayoritarios en las Cortes, si bien, en función de las resoluciones adoptadas en el alto tribunal se le había integrado en el denominado "bloque conservador" de este órgano.
El vicepresidente, junto con Casas y los magistrados
Vicente Conde y
Jorge Rodríguez-Zapata, es uno de los magistrados de este órgano cuyo mandato concluyó en diciembre de 2007 sin que el Senado, a quien corresponde su renovación, haya podido alcanzar el consenso necesario para conseguirlo.
A favor de la ponencia de Pérez-Vera votaron, además de su autora, la presidenta del Tribunal y los magistrados de tendencia progresista
Eugenio Gay y
Pascual Sala. En contra lo hicieron los magistrados Vicente Conde, Jorge Rodríguez Zapatea y Javier Delgado, todos ellos situados en el sector conservador del tribunal.
En un tercer bloque "ideológico" se situarían los tres magistrados que podrían haber tenido hoy la clave para la aprobación definitiva del texto, y que eran Jiménez y sus compañeros
Ramón Rodríguez Arribas y
Manuel Aragón Reyes, que habrían colaborado estrechamente en la elaboración de este borrador. Pese a esta posición inicial, el borrador conservador no ha contado finalmente con los apoyos previstos y habrá que esperar ahora a conocer la propuesta de la presidenta, que cuenta con voto de calidad (doble) para poder deshacer un posible empate en la futura votación de la sentencia del Estatut.
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Daniel Fernández (PSC): "
El mejor servicio que los actuales magistrados pueden hacer al Tribunal Constitucional y a España es dejar que otros hagan la tarea que ellos han sido incapaces de realizar".
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Autor de "A favor de España y el catalanismo". Lea la crítica de la obra>>