El Gobierno de Tailandia hizo pública a primera hora de la mañana de este domingo su intención de decretar un toque de queda en la zona central de Bangkok, pero posteriormente abandonó esta idea.
Así lo ha anunciado el segundo al mando del Estado Mayor del Ejército, general
Aksara Kerdhpol, al final de la reunión que el primer ministro,
Abhisit Vejjajiva, ha mantenido con los jefes militares y policiales pidiéndoles dureza máxima.
Pero los camisas rojas no se rinden. Y, así lo indican sus declaraciones. "No tenemos otra petición. No queremos más pérdidas", señaló Nattawut Saikua ante miles de partidarios del ex primer ministro, Thaksin Shinawatra, los 'camisas rojas' en su bastión de Bangkok. "Queremos que la ONU modere (las conversaciones) porque no nos fiamos de nadie más. No hay grupo en Tailandia que sea lo suficientemente neutral", indicó.
El Gobierno tailandés se ha propuesto ahogar la protesta de los 'camisas rojas' con el despliegue del Ejército en torno al campamento que los opositores han levantado en pleno centro de Bangkok y la adopción de medidas de gran dureza.
Entre ellas, la declaración de una zona "fuego libre" en la que está permitido el uso de la fuerza letal contra todo aquel que intente atravesarla. Al menos 24 personas han muerto y otras 198 han resultado heridas en cuatro días de enfrentamientos entre los manifestantes y el Ejército.