A juicio de Chávez, esas críticas supuestamente demuestran que esos representantes opositores entienden la política como un "show" y que ponen sus ambiciones personales de ser "presidentes" del país por encima del bien nacional.
"Yo los espero en el 2012", cuando se celebrarán elecciones presidenciales, a las que Chávez se presentará para una tercera reelección consecutiva, "véngase todos juntos o uno solo", añadió el mandatario, al reiterar su certeza de que volverá a ser ratificado en el cargo que ejerce desde hace 11 años.
El nuevo Consejo Federal de Gobierno (CFG) fue instalado ayer y en el acto participaron los gobernadores de los 23 estados del país, seis de ellos opositores, los ministros y el presidente Chávez, entre otros altos funcionarios.
La oposición rechaza el nuevo organismo con el argumento de que resta potestades a las regiones, que prácticamente desaparecerían como figuras administrativas, según sus portavoces.
Chávez se quejó de que después de que ofreció un trato "especial" a los gobernadores opositores, ya que se acercó a ellos para saludarlos y ofrecerle su apoyo, según explicó, salieron algunos a dar declaraciones a su juicio "irresponsables" y llenas de "mentiras".
Citó unas palabras del gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien denunció que la secretaría del CFG quedó conformada solo por oficialistas y exigió al Gobierno nacional respetar los derechos constitucionales que tienen los gobernadores opositores como funcionarios electos popularmente.
"Fíjense lo que dijo (Capriles) es un irresponsable, no tienen remedio, él anda es detrás de un show (...) es un embustero, un político de pacotilla (...) así hay que responderle a la mentira", dijo Capriles.
Resaltó que los miembros de la secretaría del Consejo fueron elegidos ayer por la plenaria del organismo, integrada por todos los gobernadores del país.
El presidente le pidió a sus seguidores en Miranda que "tienen que sacar, cuando corresponda" a Capriles del ejecutivo regional, y poner en su lugar a un político "verdaderamente revolucionario".
También se quejó de que el ex aliado oficialista y gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, sostuvo sus críticas contra el Consejo Federal por considerarlo contrario a la Constitución vigente.
Chávez expresó que le dan "tristeza" las consideraciones de Guarulla, de quien dijo: "o es un ignorante y no entiende nada" de lo planteado por el nuevo organismo, o sí lo sabe y lo que "trata es de sabotear" el trabajo del Consejo.
Guarulla "es un gobernador con el que yo acabo (anoche) de hablar, y le digo 'gobernador cuente conmigo' (...) y sale diciendo esto. ¡No tienen (los gobernadores de oposición) remedio pues! Por eso es que más nunca volverán" a dirigir Venezuela, añadió el mandatario.
Chávez invitó anoche a los gobernadores de oposición a "trabajar" junto a su Gobierno y aceptar que el país se ha encaminado, por orden constitucional y popular, hacia el socialismo.
Por otra parte, el primer mandatario nacional comentó un mensaje que recibió a través de su dirección de la red social Twitter en la que una persona se quejaba de que un banco le niega un préstamo para comprar una vivienda porque no gana al menos 7.000 bolívares mensuales (1.627 dólares), es decir, unos siete salarios mínimos mensuales.
"Eso son los bancos capitalistas, aquí es cuando yo digo o los bancos privados que hay en Venezuela se acoplan al proyecto nacional (socialista) y a la ley, o si no, van a terminar intervenidos, ¡yo no me los voy a calar toda la vida!", declaró Chávez en un acto oficial transmitido por la televisión estatal.
A juicio del mandatario, a la banca privada venezolana "no le gusta" aprobar créditos para la "agricultura, la vivienda (...) sino el negocio especulativo".
"Hay que obligar a la banca privada a dar créditos", y si no lo hacen "deberían entregarnos el banco", añadió el jefe de Estado durante una inspección a unas obras de saneamiento ambiental en los Valles del Tuy, unos 50 kilómetros al oeste de Caracas.
Chávez concretó en julio pasado la compra, por 1.050 millones de dólares, del Banco de Venezuela, filial en el país del español Grupo Santander, el tercero más grande del país, como parte de un plan de su Gobierno para "fortalecer" el sistema bancario público.
El Gobierno "revolucionario" también anexó a la banca pública unos cinco pequeños bancos que representaban menos del 7 por ciento del sistema financiero, intervenidos a finales del año pasado por supuestas "irregularidades financiaras".
En diciembre de 2009, en medio de la crisis de los pequeños bancos intervenidos, Chávez volvió a amenazar con "intervenir toda la banca privada" tradicional del país si el sector llegara a incurrir en ilícitos.
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