De la Vega espera llegar a un “acuerdo ventajoso para ambas partes”

"En estos momentos lo importante es relanzar la negociación estancada desde 2004”, dijo la "número dos” del Ejecutivo español, que durante la presidencia semestral de la UE se propuso como una prioridad retomar negociaciones con el Mercosur.

Fernández de la Vega señaló que la Comisión Europea (CE), brazo ejecutivo de la UE, ya aprobó las negociaciones y la Cumbre será "el momento del relanzamiento político, con un horizonte de conclusión que creemos cercano, lo que podría ser este año”.

 La funcionaria explicó -en una reunión con la prensa en el Palacio de La Moncloa- que se decidió relanzar las negociaciones pese a la parálisis de la Ronda de Doha, debido a la "voluntad política” que pudo constatar "en el apoyo del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner”.

Según Fernández de la Vega, el Mercosur –Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (Venezuela está en proceso de integración)- "está dispuesto a negociar casi el 95% de las cuestiones comerciales, incluidos temas de propiedad intelectual o las denominaciones geográficas”.

Sobre esta base "llegaremos a un acuerdo ventajoso para ambas partes. La negociación será dura, pero ninguno saldrá perjudicado porque la Unión Europea adoptará mecanismos para evitarlo, como son la compensaciones mientras se produce la liberalización”, expresó.

"Vamos a trabajar para alcanzar un acuerdo, y el hecho de que en este momento Argentina presida el Mercosur y España la UE, y la voluntad de Lula de cerrar este acuerdo antes de que termine su mandato contribuirá a ello”, añadió.

A pesar de la voluntad de la Comisión Europea, la reanudación de las negociaciones con el bloque sudamericano, postergadas desde hace seis años, encuentra reticencia en algunos países, que consideran que un eventual acuerdo de liberalización perjudicara a sus agricultores.

 Es el caso de Francia, Austria, Polonia, Finlandia, Grecia, Hungría e Irlanda, quienes afirmaron en un comunicado conjunto que un acuerdo entre ambos bloques regionales no podría concluirse sin antes finalizar la ronda de Doha, por lo que llevarán el asunto al Consejo de Ministros de Agricultura que se celebrará el próximo lunes coincidiendo con la Cumbre de Madrid.

Al respecto, Fernández de la Vega subrayó que "hay países temerosos, que actúan como si ya hubiésemos empezado a negociar, pero no hay que ver esto con temor sino como una oportunidad para todos los sectores productivos”.

"Aún se van a escuchar muchas cosas más. Es natural, son negociaciones complejas, que afectan a estructuras productivas de regiones y países y es lógico que cada unos pretenda protegerse”, indicó.

No obstante, reiteró que la UE "siempre ha buscado el acuerdo para que nadie sufra las consecuencias en los sectores que hay que liberalizar y que tengan que hacer una transición”.

"Somos concientes que para hacer reformas se necesita un período de tiempo, pero queremos entrar en la negociación", manifestó, respecto a estas reticencias a abrir el mercado europeo a los productos agrícolas sudamericanos.
  "Aunque la posición de cada país es entendible, se estima que habrá beneficios económicos anuales para la Unión Europea de 4.500 millones de euros por el incremento de las exportaciones”, agregó.

 En ese sentido, Bruselas cree que el hecho de que el Mercosur no suscribió aún acuerdos regionales importantes pone a la UE en una "posición privilegiada”, ya que "podría gozar de una situación preferencial en el quinto mercado del mundo en relación al PBI (Producto Bruto Interno)”, sostuvo.

 De la Vega destacó además  un eventual acuerdo "potenciará la influencia de la UE en la región”, que tiene un crecimiento medio del 5%,  al tiempo que puso de relieve el ventaja que supone para ambos bloques "un mercado de 300 y 500 millones de personas”, por las poblaciones del Mercosur y la Unión Europea integrada por 27 países.