El asunto lo trata también este domingo el diario
ABC, citando fuentes monclovitas, que se centra en la agenda del presidente para la Semana Santa. El caso es que sólo tiene un acto en ella: el lunes en León estará en una inauguración. Tras el Consejo de Ministros, del que se esperaba que fuera el que albergara los cambios de gobierno, no se espera que participe más en actos políticos ni que trabaje en Moncloa. Se irá de vacaciones con su familia desde el Jueves Santo al domingo, agotando y aprovechando todos los días festivos de la semana.
Así las cosas, se piensa también en la posibilidad de que
Zapatero esté jugando al despiste, ya que el año pasado llegó la remodelación sorpresa en Semana Santa pero 'aguada' por los medios, que consiguieron la filtración y adelantaron los cambios. La salida de
Pedro Solbes como vicepresidente y ministro de Economía estaba cantada, pero a Zapatero le fastidiaron los planes de mantener dormida la crisis de gobierno para minimizar el impacto mediático.
No fue así y el presidente mostró su malestar ante la prensa cuando tuvo que anunciar los cambios. Días que fueron duros y que además no se arreglaron en lo sucesivo, cuando algunos de sus ministros nuevos, como la titular de Cultura,
Ángeles González-Sinde, se convirtió de la noche a la mañana en el objetivo político de la prensa más crítica.
Las quinielas
¿Qué cambios llegarían en esta primavera de 2010? Tampoco ha habido tanto baile de nombres, sino más bien de posibles salidas y no tanto de recambios. Pese a que se ha criticado hasta la extenuidad que la ministra de Igualdad,
Bibiana Aído, y el también andaluz
Manuel Chaves, vicepresidente tercero, no están sirviendo de mucho en este gobierno y que sus cargos son puro 'marketing' político, no se espera que abandonen el gabinete ni de lejos. Sería un fracaso de Zapatero que el presidente no querrá mostrar para evitar más críticas.
Y en cuanto a la otra figura que más se está mencionando es la de la vicepresidenta
De la Vega. De ella se ha dicho que su estrella está en declive y que Zapatero ya no confiaría tanto en su gestión, mientras que
Elena Salgado, la 'vice' económica, sería la figura en alza de su gabinete. El otro ministro cuya estrella brilla con fuerza es
José Blanco. La mano derecha del presidente en el PSOE podría ser recompensado con un ascenso, pero siempre con la salida de De la Vega, en quien pese a todo lo dicho en la prensa, sigue confiando Zapatero.
De momento, muchas de estas quinielas se basan en rumores, como la supuesta mala relación entre ambas vicepresidentas. Por todo ello no es tan seguro que Zapatero tenga prisas por cambiar el Gobierno, sino es tan sólo por renovar imagen y recabar protagonismo frente a otros temas que queman su gestión.
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