En un pronunciamiento los cívicos reafirmaron su convicción de que la independencia de los órganos del Estado, "constituye el equilibrio indispensable para evitar la concentración del poder que conduce a la dictadura y a la negación de las libertades y derechos democráticos".
Reiteran que sin justicia independiente no hay libertad y que por ello rechazan esta ley que "contradice los fundamentos de una sociedad protegida por un sistema de justicia autónomo que garantice los derechos humanos, la libertad de expresión, el derecho al disenso y la libertad económica y política".
De la misma manera, instan a todas las instituciones nacionales con raigambre democrática a unirse en acciones de rechazo a la mencionada ley arbitraria.
Los cívicos también condenan que el oficialismo haya copado abusivamente el Ministerio Público, convirtiéndolo en instrumento de persecución de ciudadanos que, desde el campo cívico, defienden la legalidad y los intereses de la ciudadanía, así como a quienes se oponen al avance de la intolerancia y la arbitrariedad, en el designio de establecer la dictadura. También, en este sentido, se propone recurrir a la alerta y a la movilización ciudadana en defensa de los derechos humanos consagrados universalmente.
Este movimiento cívico, una vez más pone de manifiesto que el régimen de autonomía para los departamentos, constituye un mandato ciudadano que el oficialismo procura desvirtuar.
En consecuencia, denuncian la acciones "arbitrarias" del gobierno central que tienden a destruir esta conquista, mediante el recorte de los recursos que se asignan legalmente, provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y las regalías petroleras que constituyen una conquista histórica. De la misma manera, denuncian que el gobierno central, intenta usar su mayoría congresal para aprobar una ley de autonomías, que equivaldría a restringir las atribuciones de los gobierno autónomos, burlando la voluntad popular.
Añaden que el movimiento cívico nacional, constituido en intérprete del sentimiento ciudadano, recoge las preocupaciones de la sociedad que ve unas vez más frustradas sus esperanzas de construir una patria para todos, sin exclusiones de ninguna naturaleza en la que cada ciudadano sea efectivamente protagonista de su propia autotransformación, sin tutelajes paternalistas, que agreden la autoestima como seres humanos.
"Los bolivianos, somos por decisión propia luchadores por la libertad, libres de toda opresión, consecuentes con el legado patriótico de nuestros próceres", dice el documento.
Los dirigentes cívicos del país denuncian también los constantes atropellos que se ponen de manifiesto en una escalada de intolerancia y de persecución política contra quienes disienten con el oficialismo en la interpretación de la realidad boliviana.
04:13 a.m. 11/02/2010
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