Así lo ha trasladado a los medios de comunicación minutos antes de dar comienzo la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro de la Universidad Pontificia de Salamanca al obispo de Bilbao,
Ricardo Blázquez.
La Comisión de Educación del Congreso ha aprobado una proposición no de Ley en la que insta al Gobierno a que se retiren los símbolos religiosos de los centros educativos.
En palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Española, "es muy triste" que se hay aprobado esa proposición no de Ley.
Una posición defendida también por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, quien ha recordado que el crucifijo es un símbolo de "nuestra cultura" y "no es bueno olvidarnos de nuestro pasado y de nuestra historia, dos veces milenaria".
Para Rouco, con la retirada de este símbolo de los colegios estatales españoles se privará a las familias y a los niños "de poder ver el signo más fundamental y característico de su fe y no sólo de su fe en abstracto, sino de la fe que ha configurado su historia personal".
Signo de humanidad
Además, ha agregado que la cruz no es sólo un "signo religioso evidente, sino de humanidad, de un humanismo que ha hecho transpirar al mundo entero con valores fundamentales, del perdón de la misericordia, dar la vida, saber entregarla".
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Sobre esta polémica, el obispo de Bilbao ha indicado que de acuerdo con su punto de vista, la solución para una convivencia plural "es el respeto y no es el vacío". Respecto a las actuales relaciones entre Iglesia y Estado, Blázquez ha destacado que "no estamos viviendo la peor época".
Así, ha aclarado que hay situaciones "que pueden ser de más altibajos y de más dificultades o satisfacciones, pero forman parte de unas relaciones que básicamente son satisfactorias aunque hay momentos en los que podemos tener encontronazos".
En su discurso en el acto de entrega de la Medalla de Oro de la Universidad Pontificia al que fuera uno de sus profesores durante 14 años, Blázquez ha arremetido contra el aborto y ha asegurado que "nadie tiene derecho a privar del derecho fundamental que es el de la vida".
Para el Obispo de Bilbao, los cristianos "debemos defender la persona, el ser humano, desde el primer momento de su concepción hasta el final y en todas sus dificultades".
Blázquez ha agradecido este reconocimiento que ha partido de una universidad en la que "he pasado grandes momentos de mi vida y que recuerdo con satisfacción".
En este contexto, ha rememorado la relación tanto académica como personal con los estudiantes, "con los que me voy encontrando en unos lugares u otros, la rememoramos".
Al acto, desarrollado en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de Salamanca, han asistido representantes de la sociedad salmantina, del mundo académico y numerosos compañeros de la Iglesia.
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