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Barça-Madrid: lírica frente a épica

Barça-Madrid: lírica frente a épica

El partido de la jornada, de la semana, del mes, de la temporada, del año, de la década, del siglo y del milenio. Y olé. Llega otro Barça-Madrid, cuya expectación y morbo sólo puede ser comparado con otro… el Madrid-Barça en la vuelta. Y, en contra de las previsiones mayoritarias de principios de campaña, a la cita acuden los de Manuel Pellegrini como líderes. Un sólo punto, sí, pero por delante del ‘dreamteam’, que defiende este año el título –también el de Copa y el de Liga de Campeones-. Por cierto una competición esta última que ha servido de auténtico bálsamo de Fierabrás a ambos clubes, ya con la clasificación asegurada para octavos… pero de forma absolutamente desigual.

Y en ello puede basarse un pronóstico ligeramente favorable al lírico Barça, que guiado por la brillante luz de sus inigualables centrocampistas, Xavi e Iniesta, bordaron un juego estético y ético. Pleno de elaboración y belleza y acompañado de varias ocasiones más de gol que las dos materializadas. O sea, lírico a tope. Tal es la ventaja azulgrana, que con los altibajos lógicos a lo largo de una temporada tan intensa, saben a qué juegan. Todo lo contrario que los blancos, siempre apelando a la épica: con un juego escasamente elaborado y directo, al que salvan las inividualidades y los arranques en ataque de sus estrellas, salvo Ronaldo, cada partido más vulgares y previsibles en conjunto, cada partido más mediocres. Sí, pero efectivos. A eso –ya se sabe obras (goles) son amores (puntos) y no buenas razones (espectáculo)- no hay quien les gane.

Y pese a tanto piropo a los azulgrana y tanta crítica a los blancos, éstos llegan al Camp Nou por delante, tal y cual seguramente había soñado Florentino Pérez. Indudablemente, no hay que valorar en exceso la ventaja de un punto arriba o abajo, pero es sintomático y como en la famosa frase de la zarzuela La Dolorosa “da mucho que pensar”. Quizás, al margen del desarrollo del encuentro, de las aportaciones de los cracks de uno y otro lado –el Madrid se 'crtistianizará' con la reaparición del citado Ronaldo, lo que añade más brillo al choque-, de las variaciones tácticas de Josep Guardiola y Manuel Pellegrini, lo mejor para España es poder disfrutar de estos dos equipazos. Claro, también al margen de los seguidores de uno y otro, que desearán por encima del juego el triunfo de sus respectivos clubes. Pero, para el resto en particular y para nuestro deporte en general, este partido es todo un lujo de una Liga de las Estrellas que hace honor a su nombre y que es la envidia de mundo. Y olé. Que gane el mejor.

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