La clave para los resultados fiscales del año 2009 está en la nacionalización de los recursos previsionales del sistema de AFJP que ocurrió hace un año atrás. Se estima que el sistema de seguridad social aportará unos $ 78.256 millones de pesos a la recaudación tributaria nacional, representando alrededor de un 26% del ingreso total. Estos recursos permiten que la Nación alcance un resultado primario positivo, el que sería un poco más de un 1% del PIB. Sin embargo, por primera vez en los últimos años, el resultado financiero será negativo y llegará a –0,9 del PIB, lo que representa un importante retroceso y acompaña la difícil situación fiscal que están enfrentando las provincias.
Los problemas fiscales actuales se deben al importante crecimiento experimentado por los gastos corrientes, cuya variación en el año 2009 se estima en un 25%, mientras que los ingresos corrientes de la Nación aumentarían solo en un 13%. Nuevamente los recursos previsionales son claves, ya que ellos habrían crecido en un 41%, mientras que los ingresos tributarios solo crecerían en un 3%. Estos datos indican claramente que la reforma previsional fue un importante sostén fiscal en el año 2009 y permitió que la
Nación mantuviera una relativa solvencia, a pesar de los problemas de acceso a los mercados voluntarios de deuda. Sin embargo, es muy poco probable que esta situación se repita en el año 2010 sin una disminución importante de los gastos corrientes.
Los problemas fiscales anteriores explican porque la Nación ha recurrido en forma continua al financiamiento con los recursos de la ANSES. En la medida que el interés pagado a la ANSES por este financiamiento sea menor que el retorno que esta institución podría obtener en inversiones alternativas se produce una perdida. Más grave es la situación cuando la tasa de interés que recibe la ANSES es inferior a la tasa de inflación, ya que en este caso ella experimenta una perdida de capital. Sin embrago, estas pérdidas no se contabilizan, pero tienen impacto en la sustentabilidad de largo plazo de la previsión social.
Un elemento importante de la reforma previsional que se destacó a fines del año pasado en el informe “Empleo y Desarrollo Social” de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina se refería a la necesidad de aumentar la solidaridad y equidad del sistema. Poco parece haberse avanzado en esta materia. Sigue existiendo en la Argentina una gran masa de unos cinco millones de trabajadores informales que no están incorporados al sistema previsional y no cuenta con ninguna protección para su vejez, más allá de una eventual nueva moratoria que decidan las autoridades.
Por otro lado, a pesar de las decisiones de la Corte Suprema, se estima que el 80% de los jubilados sigue cobrando un haber mínimo de $827 por mes, que es inferior a la línea de la pobreza y a muchos no les permite condiciones de vida satisfactorias. A un año de la puesta en funcionamiento de la reforma previsional, ella solo parece haber tenido efectos importantes en aliviar las cuentas fiscales de la Nación.
Patricio Millán
Profesor de Política Económica, Universidad Católica Argentina
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