Los Reyes,
Don Juan Carlos y
Doña Sofía, llegaron a las 10.30 horas, acompañados por los Príncipes de Asturias, a la madrileña plaza de Lima para presidir el desfile con motivo de la Fiesta Nacional, en el que participarán más de 4.200 militares, 209 vehículos y 58 aeronaves.
La llegada de los Reyes vino precedida por la vicepresidenta primera del Ejecutivo,
María Teresa Fernández de la Vega, que fue recibida con silbidos y abucheos procedentes de las dos gradas de público situadas en las inmediaciones de las tribunas de autoridades e invitados. Pero lo peor estaba por llegar.
ZP asume los abucheos
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Por cuarto año consecutivo, el presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a ser recibido con silbidos y abucheos desde las mismas gradas que increparon a De la Vega, pero en esta ocasión las duras críticas se hicieron mucho más patentes.Hay que tener en cuenta que esta vez se conmemoraban también las
misiones en el exterior y que aún está muy reciente el
último atentado en Afganistán que ha causado malestar entre los militares que reprochan al Gobierno la lentitud con la que se está llevando a cabo el relevo de los BMR por vehículos con mayor protección antiminas en dicho país.
Zapatero afronta este ‘día nacional’ con sentimientos encontrados:
una encuesta de ‘Público’ habla de una importante bajada en los favores del electorado, pero, por un lado, los periódicos siguen llenos de noticias sobre el ‘caso Gúrtel’ –que, sin embargo, no parece estar pasando factura electoral al PP—y, por otro, este mismo lunes
partirá a Washington para entrevistarse con Obama en la Casa Blanca. Luego, iniciará una breve gira por Oriente Medio. De hecho, esto le fue recordado por
Esperanza Aguirre a modo de ánimo: que "vas a ver a Obama", le dijo la lideresa. Pero no ha sido el único comentario capturado por TVE. En las conversaciones de su llegada sobre los abucheos se escucharon "ya forma parte del rito", se resignaba Zapatero, a lo que un 'pelota'
Gallardón le respondía "si yo fuera presidente del Gobierno entendería que me...".
Mariano Rajoy prefirió no referirse a la cuestión de si eran o no apropiados los abucheos en una celebración institucional.
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Asistieron al desfile 14 de los 17 ministros del Ejecutivo presidido por Zapatero y diez presidentes autonómicos, incluidos los presidentes de Ceuta y Melilla,
Juan Jesús Vivas y
Juan José Imbroda. Junto a ellos, también se encuentra el consejero de Interior vasco,
Rodolfo Ares.
El Rey, ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, recibió honores de un batallón de la Guardia Real y pasó revista a la fuerza antes de situarse con el resto de la Familia Real y el Gobierno en pleno en la tribuna de autoridades.
Los actos comenzaron con el izado de la bandera nacional, que fue llevaba hasta la céntrica plaza madrileña por un equipo de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire que se lanzó desde el aire desde un avión C-212 de la fuerza aérea. La llegada de la enseña dio paso al homenaje a los que dieron su vida por España. Al finalizar el desfile se celebró la tradicional recepción en el Palacio de Oriente, en el que también hubo problemas entre los medios a los que no se les ha tratado por igual en cuanto a las acreditaciones al acto y
no han permitido la presencia de ningún periódico digital.
Abucheos:
Desfile:
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